Reformistas de Irán unidos a su único candidato Masoud Pezeshkian
El frente reformista en Irán pasó a ser un actor importante en las próximas elecciones presidenciales al expresar el apoyo a su único candidato Masoud Pezeshkian.
Poco después del anuncio de los candidatos cualificados para presentarse a las elecciones presidenciales de Irán, surgió el nombre de Masoud Pezeshkian, quien supo unir a todos los movimientos reformistas y movilizarlos en su apoyo para las votaciones del próximo 28 de junio.
El exministro de Asuntos Exteriores, Mohammad Javad Zarif, fue el primero en apoyarle al postear el hashtag “Por Irán”, lanzado por Pezeshkian en su campaña electoral.
Otra indicación de apoyo fue la circulación de una fotografía donde aparecieron Pezeshkian, Zarif y el exrepresentante de Irán ante las Naciones Unidas, Majid Takht Ravanchi, junto al secretario del Consejo Estratégico para Asuntos Exteriores Relaciones, Abbas Araqchi.
Eshaq Yahanguirí, quien fuera primer vicepresidente del expresidente Hassan Rouhani y cuya solicitud para presentarse a las elecciones fue rechazada por el Consejo Constitucional, anunció también su respaldo a Pezeshkian.
Pero el apoyo más destacado recibido por Pezeshkian fue el del líder de los reformistas y expresidente de Irán, Mohammad Khatami, quien aseguró al candidato la disposición de todas las capacidades del frente reformista en estas elecciones.
A partir de estos soportes, los reformistas aparecen más unidos detrás de un solo hombre, con la esperanza de restaurar el período de Mohammad Khatami.
Los reformistas unidos tras la división
En 1997, Khatami ganó la presidencia de la República Islámica gracias al voto de 20 millones de iraníes, con una participación electoral del 90 por ciento.
A esa victoria le siguieron otros éxitos reformistas. El frente ganó las elecciones a los consejos locales en 1998, las elecciones parlamentarias en 1999 y luego nuevamente las elecciones presidenciales en 2001.
El brillo del éxito logrado por los reformistas comenzó a desvanecerse durante el período posterior a la llegada de Mahmoud Ahmadinejad a la presidencia en 2005. Pero el duro impacto en todo el frente ocurrió tras la muerte de Hashemi Rafsanjani en 2017.
La unión frontal fue reemplazada por confusión y división de manera profunda, con crisis y desacuerdos internos de los reformistas, quienes reflejaron una disminución de sus capacidades para brindar al pueblo iraní un nuevo liderazgo y no avanzaron en la activación y desarrollo de las tendencias políticas y económicas adoptadas por el frente reformista.
A su vez, la dispersión vivida también provocó desorden a nivel popular en lugar de ponerse de acuerdo sobre un candidato único en las anteriores elecciones en las cuales asumió la presidencia el mártir Ebrahim Raisi.
Las divisiones alcanzaron mayor profundidad entre los reformistas y el frente opuesto pudo surgir en Irán. No solo la fuerza de los fundamentalistas les permitió el ascenso, sino también la debilidad de los reformistas en ausencia de un líder único para todos.
Hoy, el panorama parece diferente en el frente reformista. Ellos reclamaron al Consejo de Guardianes apoyar a uno de sus tres candidatos para poder participar en las elecciones.
A partir de ahí, los reformistas pasaron a ser un actor importante en las próximas elecciones presidenciales en Irán, al apoyar a Masoud Pezeshkian.
¿Quién es Masoud Pezeshkian?
Masoud Pezeshkian, médico iraní de nacionalidad azerí, tiene 70 años y es el candidato de mayor edad entre los aspirantes a la presidencia de la República Islámica.
Pezeshkian estudió en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tabriz y obtuvo la especialización como cirujano cardíaco en la Universidades de Teherán.
Durante sus estudios participó en la guerra contra Irak durante ocho años y dirigió un equipo para la atención de los heridos en las zonas de combate.
También ocupó varios cargos, incluido el decanato de la Universidad de Ciencias Médicas de Tabriz (1994-2000). Luego comenzó su carrera política con su nombramiento como viceministro de Salud entre 2000 y 2001.
En 2001, durante la era del presidente reformista Mohammad Khatami, fue nombrado ministro de Salud hasta 2005. También fue miembro del Consejo Supremo para la Revolución Cultural.
Además, es diputado al Parlamento desde 2008 y ocupó el cargo vicepresidente durante el mandato de Ali Larijani.
Pezeshkian regresa como candidato a las elecciones presidenciales
En 2013, Pezeshkian presentó sus credenciales para las presidenciales, pero después abandonó la carrera, ganada con posterioridad por Hassan Rouhani. En 2021, el Consejo de Guardianes lo excluyó de presentarse a los comicios generales.
Hoy en día, después de haber recibido del referido consejo la legitimidad para entrar en la contiende electoral, Pezeshkian tiene la capacidad de obtener un gran número de votos y cambiar las reglas del juego, según los observadores, ya que es el único azerbaiyano y el único candidato con el apoyo de los reformistas.
Las encuestas de opinión realizadas después del debate televisivo hace dos días, en el cual Pezeshkian y Zarif expusieron sus criterios sobre cuestiones internas y externas, mostraron un aumento en el porcentaje de participación popular.
De continuar así, los comicios podrían registrar la participación de al menos el 60 por ciento de los electores para votar.
El apoyo al único candidato reformista aumenta las posibilidades de ganar durante la primera vuelta de las elecciones, mientras el resto de los votos serán distribuidos entre los candidatos fundamentalistas.
Pero esto no elimina el peligro para Pezeshkian en una segunda vuelta, pues en el caso de obtener entre cinco y seis millones de votos la competencia será nuevamente entre los dos frentes y existe la posibilidad de la concentración de los votos fundamentalistas.
Pezeshkian y la Tormenta Zarif... y la última oportunidad para los reformistas
Los lemas lanzados por Pezeshkian durante su campaña electoral giran en torno a la política exterior y la lucha contra la corrupción en Irán.
Si miramos a Zarif acompañando a Pezeshkian en sus apariciones televisivas, en sus oraciones y en la gira electoral en Isfahán, es claro entender que el candidato presidencial busca la asistencia del exministro de Asuntos Exteriores firmante del acuerdo nuclear iraní y avezado en asuntos relacionados con la política exterior y la diplomacia.
En las mencionadas apariciones televisivas, Pezeshkian habló sólo unos minutos, destacó su compromiso con las políticas del régimen y mostró deseo de abrirse al exterior y reactivar el acuerdo nuclear, mientras Zarif ocupó la mayor parte de los discursos.
Las declaraciones de este último en la reunión fueron calificadas de agudas al resaltar su compromiso con la diplomacia.
Zarif atacó al candidato, Saeed Jalili, sin nombrarlo, en relación con las exportaciones de petróleo iraní.
También acusó al expresidente Mahmoud Ahmadinejad y a Jalili, quien fue secretario del Consejo de Seguridad Nacional durante su mandato, de traer solo sanciones al pueblo iraní.
Además, elogió la presidencia del reformista Mohammad Khatami por su actuación responsable y provocar una transformación positiva en el país en ese momento y defendió con ferocidad las políticas seguidas por el gobierno de Rouhani.
Los últimos seis minutos del debate causaron un gran revuelo dentro de Irán, en las redes sociales y en los medios de comunicación, y fueron llamado “la tormenta de Zarif" contra los fundamentalistas o el terremoto de magnitud 10 de Zarif, en referencia a que el excanciller logró influir en las convicciones de la opinión pública.
Ante el fuerte regreso de Zarif a la escena política en Irán, como partidario del único candidato reformista a la presidencia del país, los medios nacionales consideraron esto un indicio de que las elecciones de la próxima semana podrían representar la última oportunidad para el proyecto reformista.