Crecen las disputas en el gobierno de ocupación israelí
Las disputas en el gobierno de ocupación israelí se intensifican y esta vez su foco es el acuerdo de intercambio.
El exjefe de Estado Mayor de “Israel” y miembro dimitido del gabinete de Guerra, Gadi Eisenkot, pidió el reemplazo inmediato del primer ministro, Benjamín Netanyahu, por considerar que actúa restringido por sus intereses personales y políticos, y no posee la capacidad de liderazgo para salvar a la entidad.
Según expresó al sitio web Walla, Eisenkot descartó ver a Netanyahu ascender al nivel de liderazgo estratégico y tomar la difícil decisión de detener la guerra, retirar las fuerzas según sea necesario y examinar los intereses de “Israel"; mucho menos aceptar un acuerdo.
Respecto a la ampliación de la guerra en el frente norte, en respuesta a los continuos lanzamientos de cohetes por parte de la Resistencia libanesa (Hizbullah), Eisenkot advirtió que el precio sería alto en el frente interno.
A juicio del exoficial, con un gobierno incapaz de tomar decisiones y personas con enormes brechas de conocimiento en el gabinete, "hay motivos para estar preocupados".
Desde su perspectiva, el camino seguido por Netanyahu no conduce a la victoria militar, imposible de lograr con consignas.
Un mes después de la retirada del Partido de la Unidad Nacional del desarticulado gabinete de guerra, Eisenkot describió a su remanente de seguridad política como un órgano corrupto.
En este sentido, apuntó que Netanyahu prefiere la política a los intereses de “Israel” y por eso no logró alcanzar todos los objetivos fijados: ni frente a Irán, ni con Arabia Saudita, ni en mejoras de la seguridad. En su situación actual, ya no puede garantizar los intereses del ente.
Por otra parte, medios israelíes citaron a una fuente cercana al gobierno sionista, quien describió al ministro de Seguridad, Yoav Galant, como un peón en manos del jefe, pero por la forma en que actuó en las reformas judiciales, en la ley de reclutamiento y en el acuerdo, cabe esperar sus intenciones de derrocar al gobierno, y no se puede confiar en él.
De acuerdo con el Canal 12, la actual disputa entre Netanyahu y Galant se debe a la prohibición del superior de celebrar una reunión sin su presencia sobre el acuerdo de paz en la Franja de Gaza con los jefes de los servicios de inteligencia (Mossad y Shin Bet).
El comentarista político del canal, Amit Siegel, narró cómo el premier increpó al ministro y le indicó ir a discutir con él “cuando todo esté cocinado”, autonombrándose coordinador de la esperada reunión.
Siegel citó fuentes cercanas a Netanyahu quienes describieron las dificultades de Galant para aceptar el mando, al punto de no asistir a la reunión, y más tarde, al ser amonestado por el jefe, respondió esos obstáculos dificultan que las instituciones de seguridad se preparen para los debates sobre el tema más importante de la agenda.
Ante esas discrepancias, el medio israelí consideró los conflictos entre ambos como algo más allá de los egos y falta de confianza, pues cada vez hay más diferencias en sus posturas.
El primer ministro instó a Gallant a aceptar la oferta actual, pues como dijo hace unos días a las familias de los prisioneros en poder de la Resistencia palestina en Gaza, cree que están muy cerca de llegar a un acuerdo, y la presión militar conducirá a mejorar la propuesta.
A su vez, medios israelíes comentaron la decisión de cuatro parlamentarios del Partido Likud de acudir a Netanyahu para exigir el reemplazo de Galant y del jefe de Estado Mayor, Herzi Halevy, además de algunos comandantes de brigada, el Fiscal Militar y el portavoz del ejército israelí antes de emprender cualquier batalla contra Hizbullah.
En el mismo contexto, el sitio web Mako calificó al enfrentamiento entre el premier y el ministro de Seguridad como uno de los muchos con otros miembros de la coalición.
También el titular de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, amenazó a Netanyahu con "quedarse solo" si no le permitía participar en las discusiones cruciales sobre el acuerdo, sobre todo la “sesión real” con Galant y los jefes del sistema militar y de seguridad para finalizar los asuntos pendientes.
A modo de amenaza, aseguró que si toma decisiones solo será su responsabilidad, pues medio millón de personas lo habían elegido para ocupar un puesto en el gobierno y no debía dejar que las cosas importantes las decidieran los jefes del aparato militar y de seguridad.
En este punto, el secretario general del gobierno, Yossi Fuchs, explicó a Ben Gvir que siempre ha habido una “cocina pequeña", y el aludido exigió pertenecer a ella.