Las fuerzas políticas y civiles de Sudán, reunidas en El Cairo, la capital de Egipto, llamaron en su declaración final a detener la guerra en el país.

También instaron a algunos países y herramientas promotoras del conflicto a dejar de respaldar, de forma directa o indirecta, la confrontación armada y considerar los mecanismos para la implementación y desarrollo de los acuerdos de Jeddah.

Los participantes discutieron las amenazas a la estabilidad de Sudán, la independencia y la unidad de su territorio, las causas de la catástrofe humanitaria y la defensa del patrimonio cultural.

Conforme al documento, los sudaneses sufren las miserias de la guerra, las tragedias del desplazamiento, la falta de hogar y servicios médicos, el hambre y enfrentan el espectro de un analfabetismo desmesurado, lo cual deja a la nación presa de generaciones de mentes perdidas, ignorancia y extremismo.

Los distintos actores sudaneses respondieron a la invitación egipcia con el propósito de consultar y acordar el trabajo conjunto para detener las hostilidades, acelerar las medidas para satisfacer las necesidades de alimentos, medicinas y educación, y trabajar en la reconstrucción de las instalaciones básicas para la vida de los ciudadanos de la nación africana, envuelta en un conflicto armado desde 15 de febrero de 2023.

En este sentido, acordaron formar un comité para desarrollar las discusiones y seguir este esfuerzo para alcanzar una paz duradera.