Resistencia libanesa seguirá firme hasta el fin de la guerra en Gaza
El funcionario encargado del expediente de recursos y fronteras en Hizbullah, Nawaf al-Moussawi, analiza los antecedentes de la epopeya palestina Diluvio de Al Aqsa y sus similitudes con la guerra libanesa en 2006.
Cuando termine la guerra en la Franja de Gaza, el frente de apoyo en el sur cesará, aseguró el funcionario encargado del expediente de recursos y fronteras en la Resistencia de Líbano (Hizbullah), Nawaf al-Moussawi.
En entrevista concedida a la red Al Mayadeen, resaltó las capacidades y experiencia de la Resistencia, “como no las poseen otras fuerzas en el mundo, ni siquiera los ejércitos más importantes”.
Al-Moussawi señaló, como ejemplo de ello, la producción de drones que no pueden ser rastreados o derribados por el enemigo israelí, y destacó el potencial de la Resistencia no empleado aún en los diez meses de esta batalla.
En retrospectiva, el dirigente de la Resistencia analizó cómo lo ocurrido en la Guerra de julio de 2006 fue una demostración de cuán lejos están la ocupación israelí y Estados Unidos de imponer su voluntad, porque los pueblos de la región pueden luchar y derrotar sus objetivos.
Además vinculó la operación de captura llevada a cabo por la Resistencia libanesa el 12 de julio de aquel año con la actual epopeya Diluvio de Al-Aqsa, ejecutada por los combatientes palestinos en la Franja de Gaza.
En 2006, Hizbullah organizó una operación de captura para recuperar a sus prisioneros, como mismo hizo el movimiento Hamas en octubre de 2023, y en ambos casos la Resistencia tomó la iniciativa, mientras la entidad ocupante repite también sus errores de entonces, reflexionó el entrevistado.
Una vez más es notable la ausencia de horizonte y objetivos políticos de la entidad de ocupación, porque no aprendió de sus propios fallos, y en cambio la Resistencia pudo evitar algunas de las debilidades detectadas en los primeros días de la apertura del frente libanés.
Sobre el papel de apoyo a los palestinos en la región, Al-Moussawi condenó por injustificable el silencio popular árabe sobre los sucesos en Gaza, cuando el motivo humanitario debería obligar a más jóvenes a participar en el enfrentamiento.
De hecho hay países árabes que hoy cooperan en el plano militar y de seguridad con el enemigo sionista, y otros se preparan para normalizar relaciones con “Tel Aviv”.