Violencia política es tradición en Estados Unidos
Numerosos presidentes, candidatos y figuras destacadas fueron víctimas de agresión con armas de fuego desde los albores de la Unión, analiza Reuters.
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Presidente 35 de Estados Unidos, John F. Kennedy. Fuente de la imagen, Getty Images.
En un país donde la Constitución autoriza portar armas de fuego a cualquier ciudadano, como Estados Unidos, las figuras políticas son blanco perfecto para sus detractores, sobre todo en mítines con numeroso público en lugares abiertos.
Según un análisis de la agencia Reuters, el atentado al expresidente y candidato republicano en las próximas elecciones, Donald Trump, se suma a la lista de sucesos similares desde los albores de la Unión, donde cuatro de los 45 presidentes a lo largo de su historia fueron asesinados durante su mandato.
Como se trata del país autoerigido en superpotencia mundial, estos sucesos tienen grandes repercusiones en la política y la historia a nivel mundial, valoró el medio norteamericano.
A juicio del articulista y académico canadiense Thomas Klassen, dos muertes estremecedoras y de gran trascendencia para ese país fueron las de Abraham Lincoln (1865) y John F. Kennedy (1963).
Conmovieron también al país James Garfield (1881) y William McKinley (1901) , ambos atacados con las armas de uso frecuente en esa nación, y a partir del segundo, se estableció la protección presidencial por parte del Servicio Secreto, recordó.
Tal como Trump salió casi ileso del disparo en un mitin en Pensilvania, otros sobrevivieron a atentados similares, como Franklin D. Roosevelt en 1933. Como esta vez, las balas alcanzaron a otras personas y dejaron víctimas colaterales.
El último agredido y salvado fue Ronald Reagan, a quien una bala rebotó en la cabeza y lo dejó gravemente herido en 1981. Tras la cirugía estuvo 12 días en un hospital antes de regresar a sus funciones en la Casa Blanca, rememoró el artículo.
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Presidente 40 de los Estados Unidos, Ronald Reagan. Fuente de la imagen, Getty Images
Klassen detalló asimismo la fortuna del presidente Gerald Ford, quien en septiembre de 1975 sobrevivió a dos intentos de asesinato, ambos perpetrados por mujeres.
En cuanto a los intentos de eliminar candidatos en plena campaña electoral, recordó los casos del senador Robert F. Kennedy (hermano de Jonh), asesinado en 1968, y el de George Wallace, paralítico tras el atentado en 1972.
Un incidente devenido en leyenda fue el de Theodore Roosevelt, en 1912, a quien dispararon en el pecho, pero logró continuar el mitin porque algunos objetos en su bolsillo absorbieron el impacto del proyectil.
El artículo mencionó también la muerte por disparos en un espacio público del activista Martin Luther King Jr. (1968), defensor de los derechos de la población afrodescendiente en Estados Unidos.
A pesar de este historial de violencia ante las multitudes, los políticos norteamericanos insisten en exponerse en lugares donde pueden estar en contacto con sus seguidores y dialogar en vivo, concluyó el articulista.
Muchos, como Trump, insistieron además en mantener el acceso libre a las armas de todo tipo, a pasar de los frecuentes atentados contra figuras relevantes de la política, la sociedad, e incluso los tiroteos arbitrarios contra la ciudadanía en lugares abiertos, escuelas e instituciones gubernamentales.