Los demócratas en Estados Unidos son despiadados cuando están amenazados por una pérdida de poder y Joe Biden aprende ahora esta dura lección mientras sus aliados lo persuaden para abandonar la carrera presidencial, reflejó el diario The Washington Post.

De acuerdo con el medio, el esfuerzo que comenzó después del fallido debate entre Biden y Donald Trump del 27 de junio, ahora está en pleno vendaval orquestado. 

Las encuestas están contra Biden, y algunos estados indecisos se inclinan hacia el aspirante republicano fuera del margen de error.

Pero el inquilino de la Casa Blanca aún no captó las indirectas para retirarse de los medios y los diputados del Congreso, por ello los grandes nombres le hacen saber sus deseos para que se vaya.

El líder demócrata de la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries; el máximo del Senado, Chuck Schumer; la extitular de la Cámara, Nancy Pelosi; y el exmandatario Barack Obama movieron sus hilos preocupados por la capacidad de Biden para derrotar a Donald Trump. 

Según el rotativo, es posible que Biden siga resistiendo, y aún ordena a los delegados que ganen la nominación en la convención de agosto o antes en una votación virtual discutida. 

Está justificado el resentimiento del actual presidente por este giro brutal, ya que esos mismos demócratas fueron cómplices de su decisión de postularse para un segundo mandato y pensaron en él como una figura útil para volver a ganar. 

Sólo Dean Phillips, el congresista de Minnesota, fue lo suficientemente valiente como para decir la verdad sobre la enfermedad del jefe de la Casa Blanca y competir contra él. El resto encubrió su deterioro cognitivo, pero el debate lo hizo imposible.

Biden podría tomar la decisión de retirarse ya este fin de semana y Kamala Harris, su vicepresidenta, competirá por el puesto, apuntó Axios.

Es más honesto para Harris postularse para presidenta ahora por derecho propio que heredar el cargo dentro de uno o dos años cuando Biden renuncie, consideró The Washington Post.

Respecto a los republicanos, una retirada de Biden significará una carrera más dura, pues los demócratas apoyarán a Harris o a algún otro candidato, al igual que la prensa, lo cual será una derrota para Trump casi por defecto. 

Los azules obtendrán un mejor abanderado por su historial en el cargo, y si aún pierden no tendrán la enfermedad de Biden como excusa, añadió el medio estadounidense.