Estados Unidos trabaja para renovar el proceso de paz en Sudán y lanzará una nueva iniciativa para poner fin a la guerra por medio de conversaciones a partir de mediados de agosto, informó la revista Foreign Policy.

Según la publicación, Suiza y Arabia Saudita serán los anfitriones de las conversaciones de alto nivel el próximo mes.

Los venideros diálogos, si las partes están de acuerdo, serán presididas por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, y la embajadora ante la las Naciones Unidas, Linda Thomas.

Otras potencias e instituciones regionales con intereses en el conflicto estarán presentes en la referida cita, incluidas las Naciones Unidas, la Unión Africana, Egipto y los Emiratos Árabes Unidos para monitorear los debates.

El enviado especial de Estados Unidos a Sudán, Tom Periello, informará al Congreso esta semana sobre los planes para las negociaciones y tratará de convencer a los delegados de alto nivel de ambos lados del conflicto para que asistan a las conversaciones.

La última iniciativa estadounidense fue presentada por la administración de Joe Biden para invertirla en la campaña electoral con el objetivo de elevar el prestigio del Partido Demócrata y obtener más apoyo antes de las elecciones presidenciales.

En un contexto relacionado, el ministro de Asuntos Exteriores de Egipto, Badr Abdel Ati, recibió el martes a su homólogo de Sudán, Hussein Awad, en una reunión bilateral seguida de una sesión de debate ampliada con la participación de las delegaciones de los dos países.

A su vez, el portavoz oficial de la cartera, Ahmed Abu Zeid, confirmó el apoyo de El Cairo a la estabilidad y seguridad del Estado de Sudán y su pueblo.

En este punto, enfatizó la necesidad de brindar socorro y apoyo humanitario y preservar las instituciones estatales sudanesas y la propiedad del proceso político en el país africano.

Las dos cancillerías discutieron las iniciativas regionales propuestas para hacer frente a la crisis sudanesa y diversos aspectos de las relaciones bilaterales y las formas de activar mecanismos de coordinación conjunta.

También intrcambiaron sobre una serie de expedientes regionales importantes, como los acontecimientos en el Cuerno de África, Palestina, el mar Rojo, Libia y las región del Sahel y el Sahara, además de la cuestión de la Presa del Renacimiento y la unidad de seguridad hídrica para Egipto y Sudán.