"Israel" y el dilema de los asesinatos a líderes de la Resistencia
La lógica de liquidación de sus enemigos seguida desde hace mucho tiempo por "Israel" nunca ha impedido el surgimiento de una sucesión aún más peligrosa y ante la incapacidad del gobierno de Benjamín Netanyahu para encontrar una vía diplomática, las eliminaciones selectivas ahora representan un fin más que un medio.
Los asesinatos selectivos de "Israel" a líderes del eje de la Resistencia se convirtieron en un fin más que un medio para el gobierno del primer ministro, Benjamín Netanyahu, ante su incapacidad de articular cualquier solución al conflicto palestino-israelí.
Una editorial del periódico francés Le Monde, señaló que "esta eliminación forma parte de una larga práctica de la que la Organización de Liberación de Palestina fue en primer lugar el principal objetivo, antes de su reconocimiento de "Israel" durante los Acuerdos de Oslo de 1993, que coincidieron con el surgimiento de Hamas".
"Sería difícil compilar una lista completa de estos asesinatos. Repetirlo revela sobre todo su principal limitación: los ataques tácticos no hacen estrategia", agregó.
De acuerdo con la publicación, si el asesinato del comandante de la Resistencia libanesa, Fouad Shukr, fue parte de un clásico y siniestro ciclo de ataques y represalias, entonces, el atentado que mató al líder político del movimiento palestino Hamas, Ismail Haniyeh, plantea interrogantes.
Al respecto, señaló que el líder de Hamas fue la columna vertebral de la milicia palestina en las interminables negociaciones que tuvieron lugar bajo los auspicios de Estados Unidos y su objetivo es poner fin al derramamiento de sangre y la destrucción sistemática de Gaza.
"Después de verse presionado nuevamente durante su visita a Washington, hace una semana, para lograr un alto el fuego largamente esperado, Netanyahu, respondió a su manera, arriesgándose a provocar una conflagración regional" , valoró.
Según planteó el rotativo galo, el establishment político-militar israelí sigue convencido de que estos asesinatos selectivos permiten proteger a la entidad y ganar tiempo, sin embargo, los hechos no respaldan este análisis. "Nunca impidieron el surgimiento de un califato más peligroso".
"Esta parálisis estratégica y obsesión por el uso de la fuerza tiene efectos perjudiciales para la propia sociedad israelí, que se vuelve extremista con la desaparición de la diplomacia y el compromiso", añadió.
El ejemplo más reciente de esto, alertó, es el ataque que tuvo lugar el 29 de julio contra dos bases militares por decenas de activistas de extrema derecha para protestar por el juicio a los soldados acusados de violar a una palestina.
Los extremistas estaban acompañados por representantes del Partido Likud, el partido del primer ministro, y miembros enmascarados de la Fuerza 100, una unidad militar ya acusada de maltratar a detenidos palestinos.
"Una señal especialmente preocupante", concluyó la editorial.