Estados Unidos gasta millones para derribar drones de Yemen
El periódico estadounidense Político cuestionó las palabras del presidente Joe Biden cuando afirmó que Washington no está en estado de guerra en ningún lugar del mundo, y desglosó la importancia de la acción en el mar Rojo.
Estados Unidos enfrentó a un aumento de sus gastos militares debido a su enfrentamiento con drones lanzados por las fuerzas armadas de Yemen como frente de apoyo a la Resistencia en la Franja de Gaza.
Ante esas circunstancias, el periódico estadounidense Político cuestionó las palabras del presidente Joe Biden cuando afirmó que Washington no está en estado de guerra en ningún lugar del mundo.
De acuerdo con el artículo citado, lo que ocurre en los cielos sobre el mar Rojo desde hace casi un año sí es una guerra, aunque esté relegada a un segundo plano, mientras el mundo se centra en el genocidio en Franja de Gaza, las elecciones presidenciales de Estados Unidos y la guerra en Ucrania.
El medio habló de batalla en el mar Rojo porque en pocos meses las fuerzas estadounidenses dispararon alrededor de 800 misiles y libraron unas siete rondas de ataques aéreos contra Yemen.
Además, como la Armada estadounidense intenta derribar a la mayoría de los drones y misiles ordenados por Saná contra barcos vinculados a “Israel”, tal misión requiere el despliegue de buques de guerra en el área durante varios meses.
Tal fuerza estadounidense en el mar Rojo atrajo muchos equipos militares avanzados, incluidos múltiples portaaviones, destructores, cruceros y alas aéreas estacionadas en la región, valoró el medio de prensa.
Citó además al comandante de las Fuerzas Navales del Comando Central estadounidense, George Wyckoff, quien reconoció el potencial armamentístico de Yemen.
De acuerdo con el presidente del Subcomité de Fuerzas Armadas de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Mike Waltz, el gobierno está “quemando” decenas de miles de millones de dólares para luchar contra los drones yemenitas.
La Armada enfrenta con tecnología de avanzada oleadas de drones baratos, producidos en masa y lanzados por las fuerzas armadas yemenitas en sus operaciones contra “Israel”.
Mientras estos drones amenacen los barcos o a la entidad de ocupación israelí, el ejército estadounidense se cree obligado a quemar cientos de misiles valorados en millones de dólares, en una misión “sin final a la vista”, a juicio del periódico.
Otro ejemplo citado por el diario fue la sustitución en el mar Rojo del portaaviones USS Eisenhower (de regresó a Estados Unidos) por su equivalente, el Roosevelt, lo cual demandó el lanzamiento de más de 135 misiles de ataque terrestre Tomahawk, cada uno con un costo de más de dos millones de dólares.
Para asegurar sus maniobras los barcos estadounidenses también lanzaron 155 misiles estándar, de diferentes tipos, cada uno de los cuales cuesta entre dos y cuatro millones de dólares, todo ello para intentar destruir los drones lanzados por las fuerzas armadas yemenitas.
El avión F-18 posicionado en el buque Eisenhower lanzó 60 misiles aire-aire y 420 misiles aire-tierra durante las incursiones sobre territorio yemenita.
Como explicó, en un nivel más amplio, el Comandante de las Fuerzas Navales del Comando Central de Estados Unidos, los despliegues prolongados en el mar Rojo afectarán las decisiones de desplegar barcos estadounidenses en todo el mundo, dentro de dos o tres años.
En ese escenario, Político catalogó la batalla en el mar Rojo como la operación militar más extensa y continua de Estados Unidos en la actualidad, pero esto corre el riesgo de agotar las municiones reservadas por el Pentágono para una posible confrontación con China, y esa “larga duración y el final incierto” de la misión frustraron a los miembros del Congreso.
Para Waltz, China es al final el mayor ganador, porque Estados Unidos agotó en otra guerra prolongada los misiles necesarios para defender a Taiwán, acotó el medio de prensa citado.