Fuerzas tribales atacan posiciones enemigas en Deir Ezzor, Siria
Antes, las Fuerzas Democráticas de Siria atacaron y desplegaron morteros en varias ciudades frente a las posiciones del ejército en la orilla opuesta del río Éufrates.
Fuerzas tribales atacaron posiciones de los combatientes de las Fuerzas Democráticas de Siria (FDS) en la ciudad de Al-Basaira, en la aldea de Al-Hawaij y en la localidad de Ziban, en la provincia de Deir Ezzor, al noreste del país.
De acuerdo con el corresponsal de Al Mayadeen, antes en la misma región las FDS agredieron y desplegaron morteros en Huwayjah al-Basairah, frente a las posiciones del ejército sirio en la orilla opuesta del río Éufrates.
Esto provocó un éxodo de civiles debido a la llegada de refuerzos militares insurgentes y al despliegue de francotiradores.
Además, helicópteros estadounidenses patrullaron intensamente toda la orilla oriental del Éufrates.
En este contexto, el mando general del Ejército de las Tribus Árabes negó cualquier implicación en la masacre ocurrida en la aldea de Al-Dahla y en la ciudad de Al-Bulel, acusando a las "milicias de Qandil" (FDS) de intentar manchar la imagen de los defensores tribales árabes y crear discordia para desviar la atención de sus propios crímenes.
Las FDS mantienen un bloqueo en las zonas controladas por el gobierno sirio en las ciudades de Hasakeh y Qamishli, y acusan a los servicios de inteligencia levantinos de estar detrás del ataque lanzado por las tribus árabes en Deir Ezzor el miércoles pasado.
En varias ocasiones los radicales cercaron áreas controladas por el gobierno sirio en Hasakeh y Qamishli, pero reabrieron los accesos tras presión popular o mediación rusa.
Las FDS consideran el cerco de las zonas controladas por el gobierno sirio como una carta que pueden jugar en cualquier enfrentamiento con el ejército o sus aliados, ya sea en Hasakeh o Alepo.