Gobierno de Venezuela reafirma compromiso con la salud del pueblo
El presidente Nicolás Maduro entregó varias obras hospitalarias, aún en medio de una coyuntura política compleja, lo que demuestra su compromiso con uno de los principios de la Revolución Bolivariana: el bienestar del pueblo.
El gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, reinauguró varias instituciones de salud entre ellas hospitales y Centros de Diagnóstico Integral (CDI) atacados en los últimos acontecimientos por la ultraderecha golpista.
Uno de ellos fue el CDI Ludovico Silva, ubicado en la parroquia Santa Rosalía de Caracas, muy cerca de una localidad bautizada como El Cementerio, en donde los golpistas promovieron los primeros focos desestabilizadores del pasado 29 de julio.
La instalación estuvo cerrada por tres años debido a que las sanciones de Estados Unidos, impidieron, en muchos casos, acceder a los equipos necesarios para su funcionamiento.
Sin embargo, se encontraba a pocos días de su reinauguración, explicó Maduro, cuando fue atacado en la noche de los "cuchillos largos" de la ultraderecha, ante las llamadas guarimbas promovidas por María Corina Machado y Edmundo González.
Pero el pueblo evitó que cometieran un daño mayor. Vinieron a asaltar y quemar ¿Eso se puede considerar protesta? No son protesta, es un asalto al poder, preguntó.
Novedosos equipos de rayos X, de diasnóstico, unidades modernas de cuidados intensivos, quirófanos de primer nivel, farmacias, consultorios dedicados a la oftalmología, optometría e inmunización forman parte del equipamiento instalado ahora.
De igual forma, fueron remodeladas salas de parto de varios hospitales.También para intervenciones de alta complejidad desde el punto de vista obstétrico y ginecológico, como por ejemplo la cirugía de corrección de espina bífida en nonatos.
Cerca de 269 mil familias de todo el país recibirán el beneficio de estas obras.
Venezuela pasa por momentos complejos. Enfrentó una inflación de más de 130 mil por ciento en 2018, de acuerdo con cifras del Banco Central y ha tenido que lidiar sin descanso, al menos desde 2014, con planes golpistas y terroristas puestos en marcha por la ultraderecha.
Con cada nuevo plan desestabilizador la ultraderecha cobra las vidas de personas inocentes y destruye estructuras, como escuelas y hospitales, que la Revolución Bolivariana levantó con esfuerzo, inmersa en el criminal bloqueo económico impuesto por Washington desde 2015.