Un grupo de abogados presentó una demanda ante el Tribunal Supremo de Reino Unido relacionada con el caso de los palestinos torturados y dejados sin tratamiento en hospitales, con el propósito de obtener una orden judicial que impida al gobierno británico mantener las licencias de exportación de armas a empresas vinculadas a "Israel".

Según el periódico The Guardian, unos 14 testimonios de testigos, recogidos en más de 100 páginas, provienen de médicos palestinos y occidentales empleados en hospitales de la Franja de Gaza, así como de conductores de ambulancias, personal de la defensa civil y trabajadores humanitarios.

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La evidencia gráfica fue diseñada para respaldar la solicitud de una orden judicial y demostrar cómo el gobierno británico no fue racional al negarse a prohibir la venta de armas con el argumento de no ver un riesgo claro de su empleo para cometer violaciones del derecho internacional humanitario.

Una coalición de organizaciones no gubernamentales (ONG) también cooperó para presentar este caso, entre ellas Al-Haq, la Red Mundial de Acción Legal, Amnistía Internacional, Oxfam y Human Rights Watch.

Este es el primer intento de ofrecer un testimonio tan crudo sobre los  crímenes de guerra israelíes ante un juez británico.

La abogada del GLAN, Charlotte Andrews Briscoe, quien recopiló y presentó las pruebas, comentó que el único factor limitante a la hora de compilar las declaraciones de los testigos fue el gran número de casos de malos tratos y abusos, disponibles a su consideración.