Benjamín Netanyahu acabó con las negociaciones, opina prensa israelí
El primer ministro de "Israel" no está dispuesto a perder su ilusión de “victoria absoluta” con un acuerdo de alto al fuego, sólo por ver regresar a los prisioneros israelíes aún en manos de la Resistencia palestina en la Franja de Gaza, asegura comentarista del diario Yedioth Ahronoth.
El primer ministro de “Israel”, Benjamín Netanyahu, acabó con la posibilidad de avanzar en las negociaciones para un alto al fuego en Gaza en apenas dos sesiones de debates, aseguró el periódico Yedioth Ahronoth.
A juicio del comentarista de ese diario, Nahum Barnea, “la fiesta terminó”, y por tanto serían inútiles el viaje a El Cairo, Egipto, de altos funcionarios del Shin Bet y otros organismos sionistas, como el jefe de la División Estratégica del Estado Mayor, Eliezer Toledano, y el Coordinador para los Territorios Ocupados, general de división Ghassan Alian.
Barnea lamentó la forma como se condujeron las negociaciones hasta el momento, y también desdeñó el encuentro entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Anthony Blinken, y Netanyahu.
Fuentes cercanas al proceso aseguraron al periodista que la cumbre prevista para el fin de semana, con presencia del equipo negociador israelí y representantes de los mediadores, podría cancelarse, aplazarse o celebrarse sólo “para guardar las apariencias”.
En ese escenario; aseveró, el optimismo forzado de algunos medios de comunicación extranjeros es sólo retórica y manipulación, a tono con los “resultados mágicos“ esperados por la parte estadounidense en cuanto a la conclusión de las crisis creadas por su aliado en la Franja de Gaza.
De acuerdo con la publicación, ni “Tel Aviv” ni la Resistencia palestina están “interesados en pagar el precio por el acuerdo”, y prefieren desentenderse del asunto.
Como reiteró Barnea, el tema álgido en esta fase del diálogo es la retirada de las tropas de ocupación del eje de Filadelfia (en la frontera entre la Franja y Egipto), pero pudo ser cualquiera de las otras condiciones recién incluidas por Netanyahu, con las cuales el movimiento Hamas no está de acuerdo.
La pretensión abierta de Netanyahu es lograr una condición estratégica: rodear Gaza de manera circular, aislarla en los 360 grados, y si no, no hay acuerdo.
Para el rotativo israelí, tal discusión sería “razonable” si no pusiera en riesgo la vida de los 115 prisioneros en manos de la Resistencia en el enclave palestino: mujeres y hombres, civiles y soldados.
A estos ciudadanos, vivos y muertos, “Netanyahu y su régimen los han abandonado dos veces”, valoró el comentarista: el 7 de octubre, cuando comenzó la epopeya Diluvio de Al Aqsa y tomó por sorpresa a la entidad ocupante, y en cada momento que las negociaciones no avanzan “con la debida transparencia y manos limpias”.
Desde la perspectiva de ese medio, Netanyahu quiere ver libres a los rehenes, pero no está dispuesto a renunciar a la ilusión de su “victoria total”: está atrapado en sus ilusiones.
En cuanto al distanciamiento entre el premier sionista y el ministro Yoav Galant, Barnea lo calificó de “abismo estratégico”; pues el segundo “considera el acuerdo sobre los rehenes, aunque sólo sea en una fase, como una puerta de entrada a una alianza regional contra Irán, respaldada por el poderío estadounidense”.
Por su parte, el máximo responsable del genocidio de más de 40 mil personas y la destrucción de toda infraestructura en Gaza ve un pacto de alto al fuego como una “rendición ante el enemigo, una desintegración de la coalición y una derrota personal”.
Galant exigió ventilar detalles de los contactos con todo el gobierno de “Tel Aviv”, precisó el diario citado.
Según él, "Israel" está ante una encrucijada en forma de T: o una nueva realidad regional o una guerra regional, pero Netanyahu rechazó este planteamiento.
A su vez, Netanyahu dio marcha atrás en el acuerdo antes visto con la Casa Blanca (el llamado plan de Biden, de mayo de este año) a puntos como el control sobre el corredor de Netzarim.
Según la fuente de Barnea, la cuestión de las inspecciones israelíes al desplazamiento de los palestinos desde el centro de la Franja hacia el norte, no se manejó en la última ronda de Doha, pues si no hay acuerdo sobre Filadelfia, sería una pérdida de tiempo tratar otros puntos.
Mientras tanto, Irán parece dispuesto a no responder por el momento al asesinato en Teherán del líder de Hamas, Ismail Haniyeh, como si “no tuviera intención de implicarse en una guerra regional por un invitado palestino”, valoró el articulista.
Visto así, calificó de “buena noticia” el cese de tal amenaza militar desde el este, pero mostró aprensión ante una supuesta “luz verde de Irán” a la Resistencia de Líbano, Hizbullah, para que actúe con sus propias fuerzas.
“Un ataque con misiles desde el norte, aunque estuviera controlado, añadiría incidente a incidente”, concluyó Barnea, para quien no es de extrañar el llamado a los residentes del norte palestino ocupado a permanecer cerca de zonas protegidas.