Resistencia palestina condena quema de copias del Corán
Las organizaciones de la Resistencia palestina afirman su rechazo a la violación de las santidades por parte de la ocupación israelí en la Franja de Gaza, tras la quema de copias del Corán en la mezquita de Bani Saleh.
Las organizaciones de la Resistencia palestina condenaron la quema de copias del sagrado Corán por parte de los soldados de ocupación israelíes, durante su asalto y profanación de la Mezquita de Bani Saleh, en el norte de la Franja de Gaza.
Por su parte, el movimiento Hamas aseguró que estos ataques evidencian la naturaleza de "la entidad extremista y de sus soldados llenos de odio y crimen, y su comportamiento fascista hacia todo lo relacionado con la identidad y la santidad de la nación".
Señaló que el hecho de documentar y publicar el atroz crimen en las redes sociales revela claramente "la política criminal sistemática dirigida por el gobierno de ocupación en su brutal guerra de exterminio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza”.
Hamas convocó a los gobiernos y organizaciones árabes e islámicas y a los pueblos libres del mundo a expresar su ira, condenar este “comportamiento fascista sionista”, tomar medidas para defender las santidades islámicas y cristianas en Palestina, y detener el genocidio en la Franja de Gaza.
También el movimiento Al Muyahidín consideró la quema de copias del Sagrado Corán como “un nuevo crimen que expone la mentalidad sionista extremista”.
"La hostilidad sionista hacia el sagrado Corán, las mezquitas y los lugares sagrados de la nación confirma el odio oculto que poseen la entidad y sus soldados criminales contra el Islam y su pueblo", dijo en una declaración.
Agregó que la guerra brutal contra el pueblo palestino está dirigida por “creencias extremistas criminales y políticas sistemáticas”.
La oficina de medios del movimiento Al-Ahrar manifestó que la quema de copias del sagrado Corán y la violación de mezquitas y lugares sagrados en Gaza son una declaración de una guerra ideológica religiosa contra los musulmanes, y no sólo contra el pueblo de ese sector.
En este contexto, pidió a Naciones Unidas intervenir inmediatamente para "frenar la ocupación, obligarla a respetar las religiones y poner fin a sus violaciones" contra las santidades y rituales musulmanes, de conformidad con los artículos estipulados en su carta.
Los soldados de ocupación irrumpieron en la mezquita de Bani Saleh, y documentaron su profanación de la lugar sagrado y la quema de todas las copias del Corán.