Publican imágenes de masacre cometida por marines de EE. UU. en Irak
Por primera vez, la revista The New Yorker expuso una selección de imágenes de una masacre perpetrada por una fuerza de Estados Unidos en una ciudad de Irak.
Cuando un grupo de marines de Estados Unidos mató a 24 civiles en la ciudad de Haditha, en Irak, en noviembre de 2005, también grabaron las consecuencias de sus acciones.
A pesar de que los militares intentaron ocultar al público durante años las fotografías de aquellos acontecimientos, la revista The New Yorker expuso por primera vez las imágenes bajo el título “Fotos de la masacre de Haditha en Irak, que el ejército estadounidense no quería que el mundo viera”
Las fotografías son gráficas, indicó la revista. Muestran a hombres, mujeres y niños pequeños en posiciones indefensas, muchos de ellos con disparos en la cabeza a una distancia relativamente corta.
De acuerdo a la investigación del medio estadounidense, un escuadrón de marines viajaba por una carretera en esa ciudad iraquí cuando su convoy chocó con un artefacto explosivo improvisado. La explosión mató a un marine, e hirió a otros dos.
"Lo que siguió desencadenaría una de las investigaciones de crímenes de guerra más importantes en la historia de los Estados Unidos", aseguró.
The New Yorker agregó que los miembros de la compañía abrieron fuego contra cinco hombres que se dirigían en un coche a una universidad de Bagdad, cerca del lugar de la explosión. Entraron en tres casas cercanas y mataron a "casi todos los que estaban dentro".
La víctima más joven era una niña de tres años y la mayor, un hombre de 76. Los marines afirmarían más tarde que ese día estaban luchando contra insurgentes, pero todos los muertos eran civiles, continuó.
Cuatro marines fueron acusados de asesinato, pero los cargos fueron retirados más tarde. El general James Mattis, quien luego se convirtió en secretario de Defensa, escribió una carta entusiasta a uno de los marines, desestimando sus cargos y declarándolo inocente.
En 2012, cuando el último caso finalizó con un acuerdo de culpabilidad sin pena de prisión, la guerra de Irak había terminado y las historias sobre el legado de la ocupación estadounidense rara vez recibieron mucha atención. Las noticias apenas se registraban.
La publicación observó que "el impacto de un supuesto crimen de guerra suele estar directamente relacionado con el horror de las imágenes que llegan a manos del público".
Por esa razón, las fotos les "ayudarían a reconstruir lo que sucedió ese día y por qué el ejército había retirado los cargos de asesinato contra los marines involucrados".
Según la revista estadounidense, uno de sus equipos de reporteros intentó desde 2020 acceder a los registros que incluyeran las fotos de los acontecimientos tras presentar una solicitud de la Ley de Libertad de Información a la Marina. No obtuvieron respuesta.
Decidieron entonces presentar una demanda ante la Marina, el Cuerpo de Marines y el Comando Central de Estados Unidos para obligarlos a entregar las fotos y otros registros relacionados con los asesinatos de Haditha.
Mientras tanto, The New Yorker viajó hasta Irak para reunirse con los familiares de las víctimas. Comenzó así una colaboración inusual: un periodista estadounidense y dos iraquíes cuyos familiares habían sido asesinados trabajaron juntos para descubrir secretos militares.
"Trabajamos con los abogados que nos representaban en nuestras demandas contra los militares para redactar un formulario que los familiares supervivientes pudieran firmar, indicando que querían que tuviéramos las fotografías", detalló.
El abogado presentó el formulario en el tribunal como parte de la demanda y, en marzo, más de cuatro años después de la solicitud inicial en virtud de la Ley de Libertad de Información, los militares cedieron a entregar las fotografías.
The New Yorker decidió publicar una selección de estas fotografías "para revelar el horror de un asesinato que los militares decidieron no castigar".