Prisionera palestina Khalida Jarrar denuncia sus críticas condiciones
"Me asfixio en mi celda" reveló la dirigente detenida por “Israel” en las peores condiciones de confinamiento durante 16 días.
La dirigente del Frente Popular para la Liberación de Palestina (FPLP), Khalida Jarrar, envió una carta sobre su situación en una celda de aislamiento en la prisión israelí de Neve Tirtza, a donde la confinaron durante 16 días en condiciones que describió como "muy duras y difíciles".
Jarrar relató a su abogada el sufrimiento que vive: "Muero diariamente. La celda es como una pequeña caja cerrada donde no entra aire. Solo hay un inodoro con una pequeña ventana encima que fue cerrada un día después de mi traslado".
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“No me dejaron ningún respiro, incluso bloquearon las rendijas en la puerta de la celda. Solo hay una pequeña abertura junto a la que paso la mayor parte del tiempo para poder respirar. Me asfixio en mi celda y espero que pasen las horas para encontrar algunas partículas de oxígeno, mantenerme viva", agregó.
Jarrar, quien sufre varios problemas de salud, añadió que las altas temperaturas empeoraron su aislamiento. “Estoy en un horno a máxima temperatura, no puedo dormir por el calor.”
Además del aislamiento, relató, cortaron el agua en la celda: “Cuando pido llenar una botella de agua, la traen al menos cuatro horas después".
“Me permitieron salir al patio de la prisión una vez después de ocho días de aislamiento, y también retrasan durante horas la entrega de la comida, que es de mala calidad", detalló.
La Comisión de Asuntos de los Prisioneros y el Club de Prisioneros Palestinos denunciaron que el aislamiento continuo de Jarrar es un crimen deliberado, especialmente porque las autoridades carcelarias se negaron a revelar la duración de su encierro o las razones de su reclusión.
Ambas organizaciones responsabilizaron a las autoridades sionistas por la vida y el destino de Jarrar y consideraron que su aislamiento es parte de medidas punitivas contra los prisioneros, las cuales alcanzaron un nivel e intensidad sin precedentes desde el inicio de la guerra de exterminio.
La dirigente del FPLP fue arrestada nuevamente el 26 de diciembre del año pasado en su hogar en Ramala y puesta en detención administrativa en dos ocasiones desde entonces.
Durante este tiempo, permaneció detenida en la prisión de Damon hasta su reciente traslado al aislamiento.
La política de reclusión solitaria, junto con las medidas de retiro colectivo impuestas a los prisioneros desde el inicio de la guerra de en la Franja de Gaza, es una de las acciones más peligrosas implementadas por el sistema penitenciario israelí durante décadas.
Khalida Jarrar es una prisionera veterana detenida durante aproximadamente cinco años, activista de derechos humanos, feminista y exdiputada del Consejo Legislativo Palestino.
En sus repetidas detenciones enfrentó duras medidas punitivas, la más grave fue privarla de despedirse de su hija que falleció durante su detención anterior.
La luchadora forma parte de un grupo de 87 palestinas en cárceles israelíes, la mayoría en la prisión de Damon, incluidas una embarazada, la madre de un mártir, hermanas y prisioneros, exprisioneras, estudiantes, periodistas, activistas y abogadas.
“Israel” intensificó desde el 7 de octubre las campañas de arresto de mujeres palestinas, con un total de 355 encarcelamientos documentados.
En esa cifra están excluidas las detenidas en Gaza, cuyo número se estima en decenas, según el Club de Prisioneros y la Comisión de Asuntos de los Prisioneros.