Brasil entre X y Meta
Lula Da Silva quiere que Elon Musk respete las reglas locales y al mismo tiempo proporciona datos para fomentar la inteligencia artificial.
Brasil vive una controversia entre las dos grandes plataformas de redes sociales de nivel global, X y Meta.
A la primera la acusa de no respetar las leyes del gigante sudamericano y a la segunda la autorizó a usar datos de sus usuarios para sistemas de inteligencia artificial (IA).
El presidente Luiz Inácio Lula da Silva defendió la decisión del Supremo Tribunal Federal (STF) y afirmó que el multimillonario Elon Musk, dueño de la red social X, tiene que respetar las reglas de Brasil.
Al respecto, el ministro Alexandre de Moraes, del STF, determinó el miércoles último que X designara un representante para el país en 24 horas, bajo el riesgo de que la plataforma sea retirada del territorio nacional.
El plazo culminó y la compañía informó que no cumplió con el fallo del Supremo y espera a salir del aire en cualquier momento.
Lula comentó durante una entrevista radial que el dinero de Musk no le puede proporcionar la oportunidad de irrespetar el laudo de la corte superior.
Razonó que todo ciudadano, de cualquier parte del mundo, con alguna inversión en Brasil, está subordinado a la Constitución federal y sus leyes.
“Aunque sean extranjeros, las grandes empresas tecnológicas deben respetar la legislación de Brasil”, acotó Lula.
Por el llamado Marco Civil de Internet, que regula las actividades en la red de redes, las compañías están obligadas a cumplir con las determinaciones de la justicia nacional, una vez que operan e incluso generan ingresos con sus páginas.
Las empresas que administran servicios de internet en Brasil deben cumplir con todas las órdenes y decisiones judiciales, argumentó De Moraes en abril.
En su decisión que hizo investigar a Musk, el juez subrayó la responsabilidad de las sociedades que operan las plataformas en el gigante sudamericano.
Musk fue incluido en la indagación del STF sobre milicias digitales y también es objeto de otra pesquisa sobre obstrucción a la justicia, organización criminal e incitación al crimen.
Sin embargo, la Autoridad Nacional de Protección de Datos (ANPD) de Brasil autorizó a la empresa Meta, propietaria de Facebook, Instagram y Whatsapp, usar datos de sus usuarios para sistemas de IA.
Como resultado, la compañía se comprometió a una serie de medidas para con los usuarios, entre ellas notificarles del entrenamiento.
El 2 de julio, la ANPD, vinculada al Ministerio de Justicia y Seguridad Pública, entendió que el conglomerado estadounidense de tecnología y medios sociales no proporcionaba la información necesaria para que los usuarios tuvieran conocimiento de las posibles consecuencias.
Meta declaró en esa oportunidad que estaba decepcionada con la decisión y afirmó que eso es un retroceso para la innovación y la competitividad en el desarrollo de IA.
La determinación establecía además una multa diaria de 50 mil reales (unos 10 mil dólares) en caso de incumplimiento.
Tal arbitraje fue aprobado por el Consejo Director en Circuito Deliberativo, que consideró existían constataciones preliminares para la expedición de la medida preventiva.
En ese sentido se mencionó el uso de hipótesis legal inadecuada para el tratamiento de datos personales y la falta de divulgación de información clara, precisa y fácilmente accesible sobre la modificación de la política de privacidad y el tratamiento efectuado.
También las limitaciones excesivas al ejercicio de los derechos de los titulares y el tratamiento de datos personales de niños y adolescentes sin las debidas garantías.
El cambio de entendimiento emergió después que Meta presentara un plan de cumplimiento para la ANPD, el cual aprobó la junta directiva de la autoridad.
La empresa se compromete, entre otras acciones, a mostrar notificaciones en Facebook e Instagram, además de enviar correos electrónicos a usuarios en Brasil, explicando cómo Meta tratará los datos para su uso en su sistema de inteligencia artificial.
Además, en esa comunicación, habrá enlaces al formulario de oposición, las personas podrán negarse a tener sus datos entrenados.