Netanyahu frustró canje de prisioneros israelíes en julio
El primer ministro, Benjamín Netanyahu, frustró en julio pasado un posible acuerdo para liberar a prisioneros israelíes en Gaza, reveló un documento del diario Yedioth Ahronoth.
El primer ministro Benjamín Netanyahu frustró en julio pasado un posible acuerdo para liberar a prisioneros israelíes en Gaza, reveló un documento del periódico Yedioth Ahronoth.
La publicación confirmó que Netanyahu impidió el avance del acuerdo sobre el intercambio de prisioneros y el alto el fuego al introducir nuevas demandas en el último momento.
El informe reforzó las acusaciones contra el jefe del gobierno, especialmente de parte de las familias de los prisioneros, que lo acusan de prolongar deliberadamente la guerra y de bloquear acuerdos para favorecer sus propios intereses políticos.
Medios como la cadena estadounidense CNN informaron antes sobre las demandas presentadas por Netanyahu a finales de julio, pero esta es la primera vez que se obtiene el documento completo.
Según el diario Yedioth Ahronoth, el acuerdo preveía la liberación de al menos tres de los seis rehenes que luego murieron en Gaza.
Los negociadores israelíes, en lugar de aceptar la propuesta, añadieron nuevas demandas y modificaron sus propios planteamientos originales, conocidos como el "plan de Netanyahu".
En agosto, la oficina del primer ministro confirmó a CNN la existencia del documento, pero negó haber introducido nuevas condiciones al acuerdo propuesto en mayo.
Un alto funcionario de seguridad israelí explicó que el documento, entregado por el jefe del Mossad a los mediadores en nombre del titular del gabinete sionista, constaba de siete páginas con textos, anexos, mapas y una lista de 40 prisioneros.
También incluía cambios fundamentales respecto al plan del 27 de mayo, que Hamas aceptó en su mayoría y estos cambios se referían al control del corredor de Filadelfia, Netzarim y el paso de Rafah.
El representante israelí destacó que la retirada de Netanyahu alteró por completo las negociaciones, convirtiendo el acuerdo en un "documento sangriento" tras la muerte de los seis prisioneros en Rafah.