Cuba y el apoyo internacional vencerán el bloqueo de Estados Unidos
El ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla, señaló que la guerra económica contra el país practicada por sucesivos gobiernos estadounidenses es la causa fundamental de las dificultades de las familias de la isla.
El bloqueo de Estados Unidos será vencido con la resistencia y creatividad del propio pueblo de la isla y el creciente apoyo internacional, aseguró el ministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Bruno Rodríguez Parrilla.
Al presentar ante la prensa nacional y extranjera del informe más actualizado sobre los efectos del cerco estadounidense, titulado "Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba”, el canciller señaló que la guerra económica contra el país practicada por sucesivos gobiernos estadounidenses es la causa fundamental de las dificultades de las familias cubanas.
Según el jefe de la diplomacia, el país trabaja de manera intensa para sortear esas dificultades y hacer más eficaz su gestión económica, pese a los numerosos obstáculos y el acoso permanente a las entidades y operaciones financieras nacionales.
Asimismo, calificó de mentira la afirmación de que esa política pretende ayudar al pueblo en la isla antillana, y señaló que la misma resulta extraterritorial al dañar también los intereses de ciudadanos y empresas de la nación norteña.
El titular encomió el apoyo exterior a esa causa, evidente por los llamados crecientes dentro de la sociedad estadounidense para poner fin a las medidas coercitivas y a la vinculación del país caribeño con el terrorismo internacional.
Cuba no está sola en el enfrentamiento a ese cerco multidimensional, recordó Rodríguez.
En ese punto, señaló como desde 1992, la comunidad internacional ratificó el rechazo a esta política, reforzada a niveles sin precedentes durante el impacto de la covid-19.
La etapa examinada, marzo de 2023 -febrero de 2024, registró más de dos mil eventos públicos, intervenciones y documentos adoptados en eventos internacionales, donde fue condenado el bloqueo, así como más de 880 pronunciamientos contra el Título III de la Ley Helms-Burton.
El documento presentado por el canciller confirmó el crecimiento del movimiento internacional en demanda del fin del bloqueo y la inclusión del país en la unilateral lista de Estados patrocinadores del terrorismo, elaborada por el gobierno de los Estados Unidos.
De acuerdo con el informe, el efecto agravado del bloqueo causó al país daños y perjuicios materiales estimados en más de cinco mil millones de dólares, solo en el periodo de referencia.
La cifra representa un incremento de 189,8 millones con respecto a la etapa anterior y una afectación aproximada de más de 421 millones de dólares mensuales, más de 13,8 millones diarios y más de 575 mil 683 en daños por cada hora de bloqueo.
A precios corrientes, los daños acumulados durante más de seis décadas de aplicación de esta política ascendieron a 164 141,1 millones de dólares.
Tomando en cuenta el comportamiento del dólar frente al valor del oro en el mercado internacional, el bloqueo provocó perjuicios cuantificables por más de 1 billón 499 mil 710 millones de dólares.
De no existir el bloqueo, el producto interno bruto de Cuba pudo crecer, a precios corrientes, en un ocho por ciento en 2023, refirió el documento.
En el periodo evaluado, las medidas unilaterales permanecieron invariables, y con mayor impacto sobre la población y economía cubanas, lo cual reprodujo y agravó los efectos demoledores de este sistema coercitivo unilateral, el más prolongado y abarcador de la historia.
Conforme al canciller, al histórico cerco económico, comercial y financiero fue sumada la política agresiva de máxima presión implementada por el presidente Donald Trump, con más de 240 medidas, mantenidas durante la administración de Joe Biden.
Estamos en presencia de una cruel política de castigo, un crimen de lesa humanidad, un acto de genocidio y una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos de los cubanos y el principal obstáculo para el desarrollo del país, reiteró.
De acuerdo con el funcionario, las excepciones existentes para las ventas puntuales de alimentos son en extremo limitadas, discriminatorias y no compensan el efecto destructivo del bloqueo.
Entre enero de 2021 y febrero de 2024 fueron registradas mil 64 acciones por parte de bancos extranjeros, de negativas a prestar servicios a entidades cubanas para los compras de alimentos, medicamentos, combustible, piezas de repuesto para el sistema electroenergético nacional y bienes de consumo esenciales.
Durante su intervención, el ministro explicó que, en el mes de mayo de 2024, el gobierno de EE. UU. descontinuó la arbitraria e injustificada práctica de calificar a Cuba como Estado que no coopera plenamente con los esfuerzos antiterroristas de ese país.
Esta decisión unilateral constituía una calumnia más, pero sin impacto práctico al no conllevar medidas económicas coercitivas unilaterales.
Por tanto, fue un paso que no implicó la flexibilización o levantamiento de ninguna de las medidas que forman parte del bloqueo.
Más bien fue una decisión limitada, la cual hace aún más incongruente, confusa e injustificable la permanencia de Cuba en ese listado de Washington, en el que nuestro país nunca debió figurar, afirmó Rodríguez Parrilla.
Los anuncios del gobierno de EE. UU. del 28 de mayo de 2024 sobre algunos cambios en el marco regulatorio del bloqueo referido al sector privado, tampoco modificaron el cuerpo fundamental de esta política.
A juicio del canciller, el propio entramado del bloqueo y su efecto disuasivo, permiten avizorar dificultades en la materialización práctica de estas disposiciones, máxime si se mantiene a Cuba en la lista unilateral de Estados patrocinadores del terrorismo.
En el último año, las acciones de EE. UU. fueron encaminadas a identificar y perseguir, de manera quirúrgica, las principales fuentes de ingreso de la economía cubana, en aplicación estricta de las disposiciones de la Ley Helms-Burton, incluyendo aquellas de alcance extraterritorial.
Al respecto, denunció la ofensiva contra el turismo, la alegación de ataques sónicos inexistentes a diplomáticos estadounidenses como justificación para calificar a Cuba como país poco seguro y la persecución de los convenios de cooperación médica internacional.
El gobierno de EE. UU. despejó cualquier duda respecto a la naturaleza cruel y genocida del bloqueo, cuando utilizó el peor momento de la pandemia de la Covid-19 para imponer medidas adicionales a los cubanos.
Al responder interrogantes de la prensa, el ministro de Relaciones Exteriores consideró que denunciar el bloqueo de EE. UU. en Naciones Unidas, ofrecerá a la Casa Blanca una oportunidad de cambiar su relación con la isla.
Cuba instó al presidente Joe Biden a utilizar sus facultades ejecutivas para modificar esa política herededa del gobierno republicano, y, sin embargo, la aplicó con similiar rudeza.
Las autoridades de la isla siempre expresaron disposición para tener un diálogo con EE. UU. basado en el respeto mutuo, la igualdad soberana, la no injerencia en los asuntos internos, y en pie de igualdad sobre bases de beneficios recíprocos.
También están en condiciones de debatir asuntos bilaterales con cualquier gobierno, con cualquier presidente de EE. UU., en los cuales primen el diálogo serio y responsable, concluyó.
Los días 29 y 30 de octubre próximos la Asamblea General de las Naciones Unidas considerará, por trigésimo segunda ocasión, el proyecto de resolución de Cuba sobre el bloqueo.