Benjamín Netanyahu califica de enemigo al ejército israelí
Los medios locales comentan la escalada de disputas y divisiones entre el primer ministro de "Israel" y los líderes del ejército, en lugar de prestar atención a la intensidad alcanzada en el frente norte.
La escalada de disputas y divisiones entre el primer ministro del gobierno de ocupación, Benjamín Netanyahu, y los líderes del ejército, acaparó titulares nuevamente en los medios israelíes.
Según los analistas de prensa, Netanyahu está muy preocupado por su "guerra contra otro enemigo interno”, en lugar de prestar atención a la situación en el frente norte, donde la Resistencia de Líbano (Hizbullah) golpea cada vez con más intensidad.
De acuerdo con lo publicado en el periódico Maariv por el corresponsal militar Alon Ben David, las máscaras fueron retiradas esta semana, y “lo que era sólo un vago sentimiento se convirtió en una política declarada".
En su opinión, ahora Netanyahu no lucha contra Hamas o Hizbullah, sino más bien contra los comandantes de su propio ejército.
Por esa razón, consideró Ben David, no tiene "tiempo libre" para lidiar con el Norte en llamas. Su enemigo más peligroso es el ministro de Seguridad (Defensa), Yoav Gallant, e "intenta en vano, día tras día, exigir el traslado del centro”.
Mientras, Gallant no cesa de recordarle al premier que también hay una guerra en el norte, y más desafiante que la de Gaza.
Pero los medios dudan de cualquier beneficio de tales alertas, porque Netanyahu está decidido a continuar la agresión en Gaza, y se aferra al engaño superficial sobre la importancia de permanecer en el eje de Filadelfia, indicó Ben David.
Mientras insista en esa guerra eterna y mantenga dos de las tres divisiones decisivas del ejército en la Franja, no estarán listos para comenzar un ataque a gran escala en el norte, valoraron los comentaristas.
Sólo si la 162 División abandona Gaza y comienza a entrenar en un plan norteño, pudiera pensarse que alguien recuerda el problema en el norte, reflexionó el periodista.
Mientras tanto, la Resistencia libanesa amplía la "zona de seguridad" en la frontera norte, pero del lado de los territorios palestinos ocupados.
Esta semana los asentamientos de Rosh Pina y Nahariya entraron completamente dentro de esa frontera al alcance de la guerra, y tal expansión continuará “hasta que suceda algo malo y no puedan contenerlo”, alertó.
Aún sin resolver los problemas en Gaza o en el norte, el gobierno israelí abrió otro frente en Cisjordania, lo cual podría cambiar el panorama, en tanto la región se acerca al punto de ebullición.
En opinión de Ben David, las consecuencias de la escalada en el frente cisjordano demanda la participación de la mayoría de las fuerzas terrestres del ejército sionista, con lo cual se diluyen las capacidades de llevar a cabo una ofensiva en Gaza o contra Líbano.
Desde hace varias semanas, las divisiones y diferencias de opinión se profundizan entre los funcionarios de seguridad israelíes y el gabinete de Netanyahu.
Miembros de la extrema derecha del gobierno están reacios a cualquier acuerdo para un alto al fuego, mientras los funcionarios de seguridad exigen concluir las negociaciones para recuperar a los prisioneros en poder de la Resistencia palestina.
Por tal razón, no están de acuerdo en sacrificarlos para garantizar la permanencia del ejército en el eje Filadelfia (en la frontera con Egipto), cuya importancia estratégica cuestionan.