Decenas de miles de israelíes protestaron en "Tel Aviv", Jerusalén y varias zonas de Palestina ocupada para exigir la conclusión de un acuerdo de intercambio de prisioneros con la Resistencia en la Franja de Gaza.

Por segunda semana consecutiva, miles de manifestantes participaron en una concentración frente al cuartel general del ejército de ocupación en "Tel Aviv" y trabajaron para bloquear la carretera frente a la residencia del primer ministro, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén ocupada.

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Los protestantes acusaron a Netanyahu de obstaculizar el logro de un alto al fuego y la conclusión de un acuerdo para liberar a los detenidos, tras su insistencia en el control sobre el eje de Filadelfia con el objetivo de frustar cualquier amenaza a la "seguridad de su gobierno derechista”.

En este contexto, el jefe del Estado Mayor del Ejército, Herzi Halevy, informó a los padres de los soldados capturados no estar seguro de que alguien los puede devolver a casa, especialmente porque el tiempo pasa sin llegar a ningún acuerdo.

Por su parte, el exsubjefe de Estado Mayor, Yair Golan, indicó que Netanyahu considera que "preservar su coalición es mucho más importante que la vida de 101 rehenes".

Añadió que un acuerdo de alto al fuego en Gaza y la liberación de los prisioneros traerían un cese de las hostilidades en el norte.