La guerra siempre es una derrota, advierte Papa Francisco
Tras un recorrido por varios países de Asia y Oceanía, el máximo líder de la Iglesia católica reflexionó sobre las crueldades observadas en varios conflictos y el trato contra los migrantes, y la necesidad de dar pasos certeros hacia la paz.
El papa Francisco aseguró a la prensa internacional que todos los días habla con los religiosos de la parroquia y su colegio de la Franja de Gaza, donde hay 600 personas refugiadas, tanto cristianas como musulmanes, y todos viven como hermanos.
Durante su regreso a Roma, tras un periplo por varias naciones de Asia y Oceanía, el pontífice reflexionó sobre la crueldad observable en esa guerra de "Israel" contra Palestina, alrededor de la cual, lamentó, no se notan esfuerzos reales para concluirla con un acuerdo de paz.
Sus charlas de consuelo con los gazatíes le reportan narraciones difíciles, admitió, y sin querer calificar "si esta acción de guerra es demasiado sangrienta o no", reprochó el asesinato de niños y el bombardeo de escuelas por la presunción de que hay guerrilleros en ellas.
Aunque escuchó decir que es "una guerra defensiva", resaltó la fealdad de la situación, porque ha ido demasiado lejos sin buscarse una solución.
Contó Francisco una experiencia conmovedora en Verona, donde vio abrazarse y hablar de la necesidad de paz a un judío cuya mujer había muerto en un bombardeo y un gazatí cuya hija había muerto en similares condiciones.
Llamó a no olvidar cuánto más importante es la fraternidad que el asesinato del hermano, pues gane quien gane, "la guerra siempre es una derrota, sin excepción", insistió.
También compartió sus apreciaciones sobre la situación en Estados Unidos, y en particular la desventaja que enfrentan los migrantes, pues no darles la posibilidad de trabajar tanto como el no brindarles acogida, es un pecado, en tanto proteger al extranjero es un deber recogido en las sagradas escrituras cristianas, y un derecho de todas las personas la libertad de migrar.
Recordó el máximo líder de la iglasia católica la Misa celebrada en la frontera, cerca de la diócesis de la ciudad de El Paso, donde muchos migrantes pierden la vida, y lamentó también la suerte de los convertidos en esclavos porque los traficantes se aprovechan de su vulnerabilidad.
Sobre las venideras elecciones en el país norteño dijo no dar una opinión porque no es estadounidense para votar, pero consideró a ambos candidatos, por los proyectos que defienden, como "contrarios a la vida", e invitó a los cristianos de ese país a elegir el menor de los males, según su parecer.
Francisco regresó este viernes al Vaticano, tras concluir un recorrido de casi dos semanas por Indonesia, Timor Oriental y Singapur, en el Sudeste Asiático, así como Papúa Nueva Guinea, en Oceanía.
Este viaje a ambos continentes fue el más extenso de los 45 efectuados durante su pontificado, con 33 mil kilómetros, y estuvo cargado de numerosos encuentros con mandatarios y altos funcionarios de las naciones visitadas, cuatro homilías y 12 discursos.
Las acciones del pontífice ratificaron la visión conciliadora de su Iglesia en cuanto al fomento de un diálogo interreligioso para abordar cuestiones valiosas para toda la humanidad y el planeta.
Ante la prensa acompañante en el avión durante el retorno, remarcó la buena impresión recibida en todas las naciones visitadas, y su ilusión de llegar algún día a China, un país que admira y respeta por su cultura milenaria, su capacidad de entendimiento y sus potenciales aportes a cualquier acción a favor de la paz mundial.