Consideran guerra terrestre contra Hizbullah otro atasco para "Israel"
The Washington Post alertó que "Israel" podría verse atrapado fácilmente en otro atolladero si ataca a Líbano sobre el terreno.
Si se quiere ver cómo los países pueden quedar estancados en guerras interminables, el conflicto en curso y en rápida escalada entre "Israel" y la Resistencia de Líbano (Hizbullah) proporciona un claro ejemplo, consideró un artículo publicado en The Washington Post.
De acuerdo con el diario estadounidense, hubo intercambios de disparos en la frontera norte de Palestina ocupada desde el 7 de octubre de 2023, pero ambas partes parecían contentas con mantener las hostilidades relativamente moderadas.
Sin embargo, señaló que ese control comenzó a erosionarse la semana pasada cuando la entidad sionista lanzó una operación encubierta, activando en secreto con explosivos miles de buscapersonas y walkie-talkies de la resistencia.
No cabe duda de que las Fuerzas de Defensa de "Israel", agregó The Washington Post, inflingió daños sustanciales a Hizbullah, pero también hay pocas pruebas de que sean suficientes para detener los ataques del movimiento al norte.
Desde la perspectiva de "Israel", el mejor escenario es que su campaña aérea logre convencer a Hizbullah de declarar un alto el fuego, permitiendo así a los colonos del norte regresar a sus hogares.
"Pero las campañas aéreas por sí solas rara vez logran alcanzar los objetivos militares de algún país y, por lo general, se necesita acción terrestre para derrotar decisivamente al enemigo", alertó el periódico estadounidense.
En esa línea, precisó que es probable que las fuerzas sionistas descubran que Hizbullah es hoy un adversario más formidable que en 2006, con un estimado de entre 40 mil y 50 mil combatientes y armado con drones y misiles guiados antitanques.
De esta forma, la publicación alertó que si "Israel" ataca sobre el terreno, fácilmente podría verse atrapado en otro atolladero" pero si no lo hace, es posible que no pueda detener los intolerables ataques en su norte.
"No está claro si el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, tiene una estrategia para abordar este desconcertante dilema estratégico", finalizó.