Las fuerzas de ocupación israelíes continuaron el genocidio en la Franja de Gaza con decenas de incursiones aéreas e intensos bombardeos de artillería contra civiles en medio de una situación humanitaria catastrófica como resultado del asedio.

Según el corresponsal de Al Mayadeen, un joven murió y otro resultó herido en una incursión contra una casa al oeste del campo de refugiados de Nuseirat en el centro del enclave.

Los blindados estacionados en las inmediaciones de la ciudad prisionera, al oeste de Nuseirat, dispararon contra viviendas de ciudadanos desde las primeras horas de la madrugada de este jueves.

Equipos sanitarios y de la Defensa Civil recuperaron cinco cadáveres, entre ellos una mujer y dos niños, al oeste de Gaza.

Otros miembros de la familia Darwish desplazada fueron heridos en un ataque aéreo a la casa de la familia Abu Sammour, al oeste de Gaza.

El exprisionero y deportado a Gaza, Abdulaziz Salha, perdió la vida cuando la ocupación bombardeó una tienda de campaña para personas refugiadas dentro de una escuela, ubicada junto a la clínica gubernamental en Deir al-Balah.

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Otra embestida tuvo como objetivo el barrio de Al-Zaytoun, al sureste de la ciudad de Gaza.

En Rafah, dos personas perdieron la vida y varias fueron lesionadas cuando un dron enemigo impactó contra un grupo de ciudadanos en la zona de Khirbet Al-Adas.

En un contexto relacionado, el Ministerio de Salud de Palestina notificó ocho masacres contra familias en la Franja durante las últimas 24 horas.

La cifra de víctimas por la agresión sionista contra Gaza desde el pasado 7 de octubre ascendió a 41 mil 788 mártires y 96 mil 794 lastimados. Esos dígitos no incluyen a los caídos, cuyos cuerpos no llegaron a los hospitales de la Franja de Gaza.

Conforme al Ministerio de Educación y Enseñanza Superior de Gaza, la guerra de exterminio privó a cerca de 800 mil estudiantes de diversos niveles educativos de completar sus estudios por segundo año consecutivo.

Al cumplirse casi los 365 días del genocidio en Gaza, “Israel” prosigue sus agresiones brutales a los niños y los priva de su derecho a la protección y a una educación segura.

Más de 11 mil 600 niños palestinos en edad escolar sucumbieron y decenas de miles resultaron dañados, discapacitados o traumatizados. 

Asimismo, más de 750 docentes, empleados educativos y administrativos perdieron la vida y cientos más sufrieron daños.