La Dirección General de Migración de la República Dominicana detuvo a más de mil extranjeros ilegales en el país en el primer día de un operativo gubernamental, cuya meta es deportar a 10 mil personas por semana.
 
Según el director general de Migración (DGM), vicealmirante Luis Rafael Lee Ballester, las unidades involucradas en el proceso actúan con respeto a los derechos humanos, prudencia y un uso proporcional de la fuerza, según dispuso el Consejo de Defensa y Seguridad Nacional.

El operativo tiene lugar en barrios y sectores del Distrito Nacional, y en las provincias de Santo Domingo, Santiago y La Altagracia, con efectivos de las Fuerzas Armadas, el Ejército, la Fuerza Aérea, la Policía y el Ministerio Público, según informó la agencia Prensa Latina.

Ballester detalló en un comunicado el protocolo establecido para este tipo de operaciones, a cuyo amparo los migrantes son llevados a los centros de interdicción, y si no tienen un proceso migratorio legal abierto, serán deportados a su país de origen.

Al decir de las autoridades dominicanas, el operativo busca reducir el exceso de población migrante en sus comunidades, para garantizar su seguridad.

La medida no declara en particular ninguna nacionalidad, pero en la práctica los ciudadanos que huyen del vecino Haití son los más perjudicados.

Por tal razón, la canciller haitiana, Dominique Dupuy, instó al gobierno dominicano a respetar los derechos inalienables de cada niño, mujer y hombre objeto de esta acción.

A su vez, el vocero de la Presidencia y director de Estrategia y Comunicación, Homero Figueroa, ponderó los "limitados resultados" obtenidos hasta el momento por la Misión Multinacional de Apoyo a la Policía para la Pacificación de Haití, liderada por expertos de Kenia.

Ante esa realidad, Dominicana está obligada a actuar de manera responsable para garantizar la seguridad y estabilidad de su territorio nacional, enfatizó el portavoz del gobierno.