El ministro de Información del gobierno provisional de Líbano, Ziad Al-Makari, anunció este sábado que su país presentó una denuncia oficial ante Naciones Unidas relacionada con una reciente agresión contra periodistas. 

La denuncia está basada en el martirio de tres periodistas de dos medios de comunicación libaneses, durante una incursión israelí llevada a cabo el pasado viernes contra su residencia en Hasbaya. 

Al-Makari dijo durante una conferencia de prensa que “la agresión contra los periodistas es una prueba de que el enemigo es pérfido”.

Tras señalar que los medios de comunicación son un socio esencial en este enfrentamiento, el ministro destacó que “la libertad de prensa termina cuando no va acompañada de alto profesionalismo en una época mala de guerra”. 

Hoy no estamos en una guerra civil, sino que nos enfrentamos a una guerra lanzada por el enemigo israelí contra el Líbano después de Gaza, añadió.

Al-Makari leyó un documento en el que pidió a los periodistas y a los medios de comunicación verificar los crímenes del enemigo y transmitirlos al mundo para demandar a “Israel”. 

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También exigió respetar la ley libanesa y la necesidad de describir a la entidad como un enemigo, y no utilizar los términos empleados por la ocupación. 

En esa misma línea, el titular interino subrayó la importancia de abstenerse de brindar información con fuente en las cuentas israelíes para no caer en la trampa de la normalización. 

Llamó a no “tratar con las fuentes enemigas como confiables” para evitar verse arrastrados detrás de las noticias falsas y no interactuar con sus informaciones en los sitios de redes sociales.

Al-Makari convocó a no dejarse arrastrar por rumores que pretenden sembrar el miedo entre los ciudadanos. “Las administraciones de televisión deben llevar a cabo la autocensura por el bien del interés nacional”, instó.

Según sus palabras, el Ministerio de Información “empezará a desmentir toda noticia falsa a través de una plataforma gestionada por un equipo para monitorear las informaciones que amenacen la paz civil”.

También insistió en “no dejarse arrastrar por los mensajes de los medios que ponen en peligro a los desplazados”.

Al-Makari destacó que “el Ministerio de Información no es responsable de la censura punitiva” y, por tanto, no será un policía. “Nuestras responsabilidades son responsabilidades nacionales”, manifestó.