El primer ministro de "Israel", Benjamín Netanyahu, señaló que la entidad libra una “guerra existencial difícil” y paga precios dolorosos.

Las palabras de Netanyahu se produjeron tras la acción de embestida cerca de la base de Glilot al norte de "Tel Aviv", con un saldo de más de 50 heridos, 10 de ellos en estado grave. 

“Esperamos la investigación final sobre el incidente de Glilot”, agregó.

Por su parte, el ministro de Seguridad del gobierno de ocupación, Yoav Galant, consideró que el regreso de los prisioneros israelíes de la Franja de Gaza “requerirá acuerdos dolorosos”.

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“No todos los objetivos pueden lograrse mediante una operación militar, y la fuerza no es una alternativa a todo”, sintetizó .

Ambos pronunciamientos estuvieron precedidos por declaraciones de oficiales militares israelíes quienes afirmaron que llegó el momento para el gobierno de anunciar su disposición a detener la guerra a cambio del regreso de los retenidos.

Según reportes de medios israelíes, la operación de atropello en el cruce de Glilot ocurrió cuando un camión impactó una estación de autobuses cerca de la sede del Mossad. El autor de la acción fue abatido.

Equipos de emergencia de La Estrella Roja de David arribaron al lugar para prestar servicio y un helicóptero militar ayudó a la evacuación de los afectados.

De acuerdo con una plataforma mediática israelí, varias de las lastimaduras recibidas por las personas dañadas eran irremediables.