El secretario general de la ONU, António Guterres, instó este lunes al Consejo de Seguridad a brindar apoyo para proteger a los civiles en Sudán, aunque señaló que las condiciones no son favorables para el despliegue de una fuerza de Naciones Unidas en el país.

Guterres afirmó que el pueblo de Sudán vive una pesadilla de violencia, con miles de civiles muertos y enfrenta innumerables atrocidades indescriptibles, incluidos violaciones y ataques generalizados.

También indicó que esa nación se convirtió nuevamente en un escenario de violencia étnica masiva.

Por el momento, agregó, las condiciones no permiten un despliegue exitoso de fuerzas de la ONU para proteger a los civiles, pero expresó su disposición a explorar otras estrategias para reducir la violencia y salvaguardar a la población.

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Este esfuerzo requerirá un nuevo enfoque adaptado a las difíciles condiciones del conflicto, puntualizó.

Por su parte, el presidente del Consejo Soberano de Transición, Abdel Fattah al-Burhan, aseguró que el gobierno se comprometió a brindar todas las facilidades necesarias al Programa Mundial de Alimentos y apoyar los proyectos propuestos, incluido el establecimiento de una base logística en Al-Daba, en el estado del norte, para proporcionar ayuda humanitaria a los necesitados a través de diferentes aeropuertos en Sudán.

A su vez, el embajador sudanés ante la ONU, Al-Harith Idriss Al-Harith Mohamed, afirmó que su gobierno está comprometido a facilitar la entrega de ayuda en todo el país, incluidas las zonas controladas por las Fuerzas de Apoyo Rápido.

También destacó que se abrieron 10 pasos fronterizos y siete aeropuertos para la distribución de ayuda.

A mediados de noviembre expira la autorización de las máximas instancias sudanesas para que la ONU y las organizaciones de ayuda usen el paso fronterizo de Adré, en la frontera con Chad, para llegar a Darfur.