EE. UU., Corea del Sur y Japón responderán a prueba de Corea del Norte
La reciente prueba de misiles balísticos intercontinentales coreanos levantó las preocupaciones sobre seguridad regional.
El secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, anunció que su gobierno, junto al de Corea del Sur y Japón evalúan acciones coordinadas en respuesta a la reciente prueba con misiles balísticos intercontinentales de Corea del Norte.
Pionyang confirmó el uso por primera vez de uno de sus misiles más nuevos y poderosos, el Hwasong-18.
Según la Agencia Central de Noticias de Corea, el presidente Kim Jong Un defendió la ejecución de simulacros militares para el desarrollo del país, y valoró la reciente acción militar de apropiada, pues cumple a plenitud con el propósito de informar a los rivales de la voluntad de actuar.
Kim afirmó que su gobierno seguirá mejorando su capacidad estratégica de misiles y "nunca cambiará su línea de refuerzo de sus fuerzas nucleares".
Un lanzamiento fue confirmado por el ministro de Defensa japonés, Gen Nakatani, quien vio el misil recorrer unos mil kilómetros a una altitud superior a los siete mil kilómetros antes de aterrizar en el mar de Japón, a unos 200 kilómetros al oeste de la isla de Okushiri, fuera de la zona económica exclusiva japonesa.
En conferencia de prensa ofrecida con el secretario de Defensa, Lloyd Austin, el ministro de Relaciones Exteriores surcoreano, Cho Tae-yul, y el ministro de Defensa surcoreano, Kim Yong-Hyun, Blinken subrayó la importancia de la alianza trilateral para abordar las "amenazas" a la seguridad regional.
Durante años, EE. UU., Corea del Sur y Japón realizaron simulacros militares conjuntos en la península coreana y sus alrededores, entre otros objetivos, con la intención de provocar fuertes reacciones de Pionyang.
Para la República Popular Democrática de Corea, estos ejercicios son amenazas directas, que incluyen medidas de escalada, como pruebas de misiles y manifestaciones necesarias para legitimar su defensa.