El gran mártir se fue, pero la Resistencia lleva muy firme la antorcha
Han pasado 40 días desde el ascenso del Mártir de la nación, Sayyed Hassan Nasrallah, y la bandera no cayó, como había apostado "Israel", porque los combatientes de Hizbullah continuaron sus ataques hacia la entidad de ocupación, con operaciones que confundieron los cálculos del enemigo.
Este miércoles conmemoramos el cuadragésimo día del mártir de la nación, Sayyed Hassan Nasrallah, el líder que dedicó su vida a servir a su patria y a su nación, y se constituyó en un símbolo de resistencia y firmeza frente a las fuerzas de la arrogancia global.
Han pasado 40 días desde que se ausentó el mártir de la nación, durante los cuales la bandera no arrió, como había apostado "Israel".
#Video | “No somos derrotados. Cuando ganamos, ganamos, y cuando caemos mártires, ganamos.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) November 6, 2024
No debemos ser derrotados por la pérdida de un gran líder de los nuestros, sino que debemos llevar su sangre, debemos llevar su bandera, y debemos llevar sus objetivos. Avancemos con… pic.twitter.com/Hc1Yc8HYY1
Así, con la misma determinación y firmeza, la Resistencia (Hizbullah) aterrorizó a la entidad ocupante, y completó su trayecto en el plan trazado por el Mártir.
Con sus misiles precisos, sus salvas de misiles y proyectiles de artillería, cubrió las posiciones de la ocupación y los asentamientos del norte, hasta llegar a las profundidades de los territorios palestinos ocupados, “Tel Aviv”.
A esto se añade el mensaje de advertencia entregado al primer ministro sionista, Benjamín Netanyahu, hace semanas, cuando la Resistencia atacó su residencia en Cesárea.
Hizbullah mantiene el lanzamiento de drones, y eso impuso una nueva ecuación en la batalla, pues restó superioridad aérea a “Israel”, de la cual siempre se vanagloriaba.
En este contexto, los medios israelíes informaron este miércoles que en el día 40 de la “muerte” (martirio de Sayyed) Nasrallah, “Israel” recibió una gran andanada de misiles desde el Líbano hacia el centro.
La sangre pura de Sayyed Nasrallah se ha convertido en combustible para intensificar el entusiasmo de los combatientes y fortalecer su determinación.
Así lo confirmó el secretario general de Hizbullah, Sheikh Naim Qassem, quien se dirigió a los combatientes, como un eco de las palabras del mártir de la nación, Sayyed Nasrallah: “El tiempo de las derrotas ha pasado y el tiempo de las victorias ha llegado, y somos victoriosos, así que tened paciencia y aguante”.
Para honrar esta fecha, el expresidente libanés Emile Lahoud aseguró en un comunicado: “Si llegamos a los cuarenta días, o a los cuatrocientos, o a los cuatro mil, el mártir Sayyed Nasrallah seguirá siendo un hito y un símbolo para todo pueblo libre que se niegue a someterse”.
Lahoud elogió la evolución de la Resistencia, desde aquel grupo de jóvenes unidos en defensa de sus familias y sus medios de vida en esta tierra, a un cuerpo militar con visión, audacia y organización, tal como reconoce el propio enemigo.
El mérito de esto lo lleva el Mártir y sus compañeros, los dirigentes mártires, quienes inculcaron la fe en su capacidad para enfrentar uno de los ejércitos más avanzados y mejor armados del mundo, y así lo demuestran cuando, después de cuarenta días, se levantan como una barrera impenetrable en la frontera y le infligen muertos y heridos a las tropas israelíes, detalló.
A juicio del expresidente, el Maestro estará presente mientras un joven de esta buena tierra se disponga con valor a defenderla, y expulsen hasta el último soldado israelí "que pisa nuestra tierra con sus pies impuros".
Tal heroísmo, remarcó, se hace en nombre de todos los libaneses, incluidas las personas débiles e indecisas del país, ya sea por falta de conciencia o por conspiración.
“El mártir observa desde las alturas a sus hermanos en el campo de batalla, con su habitual sonrisa y su confianza plena en ellos. Y mientras estos héroes estén en el campo, y sus amigos se posicionen con ellos, no abandonaremos nuestra sagrada causa hasta la victoria”, aseveró el político libanés.