Trump promete aranceles adicionales a China, México y Canadá
Los tres países han estado vinculados durante treinta años en un acuerdo de libre comercio que fue renegociado bajo la presión de Donald Trump durante su primer mandato.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, confirmó que una de sus primeras medidas económicas tras la investidura será aumentar los aranceles aduaneros a los productos importados de China, así como de Canadá y México.
A través de una publicación en su plataforma Truth Social, el republicano escribió: “El 20 de enero, en una de las primeras de muchas órdenes ejecutivas, firmaré un aumento arancelario del 25 por ciento sobre productos importados de Canadá y México a Estados Unidos”.
¡Estos aranceles seguirán vigentes hasta que cese la invasión de nuestro país por las drogas, en especial el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales!, añadió.
Mediante otro mensaje en la misma red social, Trump anunció que también impondría aranceles adicionales del 10 por ciento a China, además de los aranceles actuales y los que pueda imponer en el futuro, “sobre todos los muchos productos que vienen de China a Estados Unidos”.
El presidente electo explicó que, a menudo, abordó con funcionarios chinos los problemas de entrada de drogas, en particular el fentanilo, una de las sustancias responsables de la crisis de opioides en Estados Unidos.
Según sus palabras, los funcionaciones se comprometieron a castigar severamente a los "traficantes" "hasta con la pena de muerte", pero "no lo han hecho".
Dicho aumento de los aranceles, que a menudo describió como su “frase favorita” durante su campaña electoral, es uno de los principales pilares de la próxima política económica del presidente electo.
Trump no duda en reavivar las guerras comerciales, especialmente con China, que inició en su primer mandato al frente de la Casa Blanca.
En aquel momento, justificó esta política al desequilibrio comercial entre los dos países y las prácticas comerciales chinas, que consideraba injustas, y acusó a Beijing de robo en términos de propiedad intelectual.
China respondió con la imposición también de aranceles que repercutieron negativamente sobre todo en los agricultores estadounidenses.
La administración del presidente Joe Biden mantuvo algunos de estos aranceles sobre productos chinos e impuso otras tarifas dirigidas a bienes adicionales.
Tras la declaración del presidente electo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China advirtió este martes “que nadie ganará en una guerra comercial”.
El portavoz de la embajada de Beijing en Washington, Liu Bingyu, dijo en un correo electrónico recibido por la Agence France-Presse: “China considera que la cooperación económica y comercial con Estados Unidos es beneficiosa para ambas partes”.
Por su parte, el gobierno de Canadá afirmó que la relación entre los dos países es “equilibrada y proporciona beneficios mutuos, sobre todo para los trabajadores estadounidenses”.
También se refirió a su “papel esencial para el suministro energético de Estados Unidos”.
La noticia conmocionó a un país donde el 75 por ciento de las exportaciones se dirigen a Estados Unidos.
El primer ministro de Quebec, François Legault, consideró el anuncio un "enorme riesgo" para la economía canadiense.
"Ottawa debe responder con firmeza", declaró su homólogo en Columbia Británica, David Eby.
Mientras la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, un día después de la votación presidencial de Estados Unidos, comentó que su nación "no tiene motivos para preocuparse”.
Los tres países están vinculados desde hace treinta años a un acuerdo de libre comercio que fue renegociado bajo la presión de Donald Trump durante su primer mandato.
A la amenaza de Trump le sigue la negociación
En este contexto, la vicepresidenta del grupo de expertos estadounidense Asia Society Policy Institute, Wendy Cutler, dijo: “México y Canadá todavía dependen en gran medida del mercado estadounidense y, por lo tanto, su capacidad para ignorar las amenazas del presidente electo Trump sigue siendo limitada”.
Sin embargo, el analista William Wrench señaló que el acuerdo entre estos países se habría renegociado en cualquier caso en 2026, y destacó que “esta es una posición clásica de Trump: una amenaza seguida de negociación”.
El presidente del consejo de administración del banco de inversión Cantor Fitzgerald y uno de los principales críticos de China, Howard Lutnick, fue elegido para asumir el cargo de secretario de Comercio.
La designación confirma la determinación del presidente electo de presionar a sus socios comerciales para obtener mejores acuerdos y devolver las fábricas de producción a Estados Unidos.
Respecto a China, Trump prometió imponer aranceles aduaneros que podrían llegar al 60 por ciento para algunos productos, e incluso al 200 por ciento a las importaciones de automóviles ensamblados en México.
También quiere volver a imponer aranceles aduaneros que oscilan entre el 10 y el 20 por ciento sobre todos los bienes ingresados a Estados Unidos.
La Unión Europea anunció que está “lista para actuar” en caso de nuevas tensiones comerciales, y los economistas advierten de las repercusiones inflacionarias de esas subidas arancelarias.