El ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguei Lavrov, pidió en representación de su país el inicio de un diálogo entre el gobierno de Siria y la oposición legítima.

Durante una sesión al margen del Foro de Doha, celebrada después de la reunión de ministros de Asuntos Exteriores del Acuerdo de Astaná, el jefe de la diplomacia recalcó en la necesidad de distinguir entre grupos como Hay'at Tahrir al-Sham, reconocido como terrorista por Naciones Unidas, y otros de oposición que no son terroristas.

También destacó que la toma del territorio sirio por parte de los grupos armados y el uso de mercenarios para lograr objetivos geopolíticos es "inaceptable". 

Si bien trasladó su negativa a hacer "especulaciones sobre el futuro de la situación en Siria", Lavrov planteó que la normalización de las relaciones con Turquía se producirá sin duda.

En este contexto, anunció que Rusia, Irán y Turquía “acordaron detener las operaciones militares en Siria”, y enfatizó que los tres países “tomarán medidas para garantizar el cumplimiento de los llamados a reducir la escalada”.

Respecto a los informes de los medios sobre la retirada de Rusia de sus barcos de la base en la ciudad siria de Tartus, Lavrov explicó que “el asunto está relacionado con maniobras navales llevadas a cabo en el mar Mediterráneo”.

En la capital de Qatar, Doha, tuvo lugar una reunión tripartita entre los ministros de Asuntos Exteriores de los países garantes del Acuerdo de Astaná, Turquía, Rusia e Irán, en un intento por encontrar una salida política y pacífica a la crisis en Siria.