El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, indicó la falta de voluntad de su país de reclamar cualquier parte del territorio de Siria.

"Cómo puede Turquía pasar por alto los acontecimientos en un país con el que tiene una frontera de 910 kilómetros", preguntó.

Al respecto, añadió que Ankara quiere "restaurar la paz en Siria".

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También consideró que "los crecientes ataques contra civiles en Idlib fueron la chispa que alimentó los recientes acontecimientos". 

Las declaraciones de Erdogan tienen lugar en un contexto marcado por la denuncia del Consejo Militar de Manbij en relación con los ataques liderados por el ejército de ocupación turco contra el sur y oeste de la ciudad, ubicada al noroeste de la gobernación de Alepo. 

De acuerdo con un comunicado, el ejército de ocupación turco bombardeó la zona decenas de veces para cubrir ataques terrestres conjuntos de los mercenarios y miembros de Hay'at Tahrir al-Sham contra las aldeas.

"El estado de ocupación turco monitorea los frentes de las fuerzas del Consejo Militar de Manbij, proporciona esta información a sus mercenarios, los dirige y los mueve sobre el terreno", añadió.