Expresidente de Francia condenado a vigilancia por pulsera electrónica
Tras un intento de apelación, la justicia francesa dictó sentencia condenatoria contra Nicolas Sarkozy por el delito de soborno y corrupción.
El Tribunal de Casación de Francia rechazó este miércoles el recurso presentado por el expresidente de la República, Nicolas Sarkozy, en el caso de las escuchas telefónicas, y ratificó la decisión de someterlo a vigilancia durante un año mediante un brazalete electrónico.
Tal medida constituye un castigo sin precedentes para un exjefe de estado en Francia, y aunque Sarkozy anunció que acataría esta pena, prometió recurrir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
Según explicó su abogado, Patrice Spinoussi, a la Agencia France-Presse, la diligencia será en las próximas semanas, para garantizar "los derechos de los que los jueces le privaron", aun cuando recurrir a esa instancia no detiene la ejecución de la pena.
En 2014, durante una investigación sobre las sospechas de financiación libia de la campaña electoral de Sarkozy, se descubrió una línea telefónica secreta a nombre de "Paul Besmus", que el mandatario empleaba para comunicarse con su abogado entonces, Thierry Ertzog.
Las escuchas de esas comunicaciones demostraron la “intención de corrupción” de ambos al exjuez Gerard Isper.
Asimismo, la Fiscalía consideró que el juez transmitió información confidencial a través de Ertzog y trató de influir en un recurso presentado por Sarkozy ante el Tribunal de Casación en el marco de otro caso.
De acuerdo con los investigadores, a cambio de esos favores, Sarkozy aceptó apoyar la candidatura del juez a una posición de alto nivel en Mónaco.