Cuba condena genocidio israelí contra el pueblo de Palestina
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, condenó la masacre perpetrada contra el pueblo palestino con el abierto apoyo de Estados Unidos y de otros aliados y la consideró una de las mayores atrocidades conocidas por la humanidad, con la impotencia de las Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional y la multiplicidad de organizaciones internacionales supuestamente concebidas para promover y proteger los derechos humanos.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, condenó este viernes el genocidio israelí contra el pueblo palestino, el cual ocurre con el abierto apoyo de Estados Unidos y de otros aliados.
Al pronunciar las palabras centrales del cuarto periodo de sesiones ordinarias de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), en su décima legislatura, el mandatario denunció una de las mayores atrocidades conocida la humanidad frente a la impotencia de las Naciones Unidas, la Corte Penal Internacional y la multiplicidad de organizaciones internacionales supuestamente concebidas para promover y proteger los derechos humanos.
En ese punto, advirtió de la ambición israelí de rediseñar el mapa político de Medio Oriente por vía de la fuerza y con el apoyo de poderosos aliados, y lo describió como una vergüenza para la comunidad internacional.
La agresión contra Líbano es un crimen internacional. Los esfuerzos agresivos para destruir la integridad territorial y desmembrar a Siria son otro crimen de similar envergadura, señaló.
Al respecto, denunció como los esfuerzos agresivos en esa región del mundo ponen en peligro de una conflagración de dimensiones globales, cuyo control nadie puede asegurar.
#Video | El presidente cubano, @DiazCanelB, alertó sobre la amenaza de una guerra nuclear que se encuentra en niveles alarmantes debido a la expansión imperialista de Estados Unidos y la OTAN en Europa.
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) December 20, 2024
Durante la clausura de los debates de la Asamblea Nacional, el Jefe de… pic.twitter.com/nCdmc5YQ8B
Los antecedentes registrados y la impunidad dictada amenazan con dificultar en el futuro cualquier posibilidad de acatar la voluntad de la comunidad internacional para salvaguardar la paz, dijo.
Asimismo, rechazó las expresiones del racismo, la supremacía étnica y el desprecio a poblaciones y religiones ajenas, las cuales alcanzan extremos no vistos desde la derrota de los nazis en 1945.
Sobre el contexto mundial y los cambios en el panorama político mundial, con repercusiones en todos los ámbitos, Díaz-Canel consideró que 2024 llega a sus días finales con un escenario internacional altamente preocupante.
En ese punto, alertó de la cercanía del peligro de una conflagración mundial.
A su juicio, la ambición expansionista del imperialismo, impulsada por Estados Unidos, eleva el pedido del uso de armas nucleares en Europa a límites inquietantes.
Sobre la llegada de Donald Trump a la administración de la Casa Blanca comentó las posibles implicaciones asociadas a la llegada al poder en Estados Unidos de un nuevo Gobierno, en el cual tendrán gran influencia políticos con intenciones muy agresivas contra Cuba.
"Ese era un escenario previsible y nos hemos ido preparando con tiempo”, señaló.
Los cubanos también tienen plena conciencia de los cuatro años del gobierno de Biden, quien apostó al colapso de la Revolución por medio de la aplicación despiadada del sistema de medidas coercitivas establecidas por Trump para reforzar el bloqueo económico.
El próximo presidente de Estados Unidos no tuvo la la decencia de aliviar su agresión económica en los más duros momentos de la Covid-19 o cuando los cubanos enfrentaron desastres naturales o de otro tipo, recordó.
Al rememorar el cinismo y la conducta del gobierno de Washington durante el periodo de pandemia, el dirigente confirmó la esencia criminal e imperialista con respecto a la nación cubana: un ataque despiadado y sin cuartel contra el nivel de vida, los medios de sustento y las perspectivas de desarrollo del pueblo.
En cuanto a las amenazas difundidas en los sectores anticubanos más agresivos con la entrada del nuevo gobierno, apuntó, los cubanos estarán alertas, pero sin miedo, y no serán desviados de las tareas y deberes inmediatos y cotidianos para resolver los problemas económicos, superar las dificultades y encaminar el crecimiento y el desarrollo del país.
Díaz-Canel reiteró la disposicion de Cuba de dialogar con Estados Unidos y desarrollar relaciones de respeto en pie de igualdad y mutuamente beneficiosas, como con el resto de los países. Pero enfrentará de manera contundentemente cualquier intento de injerencia en los asuntos internos.
En sus palabras a los diputados, el dirigente también dedicó espacio a las relaciones internacionales de la isla.
A pesar de los citados esfuerzos imperiales por aislarnos, Cuba fue admitida este año como miembro asociado de la agrupación Brics, una novedosa instancia de concertación y cooperación, la cual logra un significativo potencial económico, productivo, tecnológico, poblacional, territorial y de gran riqueza natural.
Con los países miembros del BRICS, la isla desarrolla buenas relaciones y comparte propósitos afines. Esa instancia abre nuevas oportunidades comerciales, de inversión y de cooperación a aprovechar.
El presidente cubano recordó la participación cubana en las celebraciones que tuvieron lugar en Moscú en el aniversario 79 de la derrota del fascismo, la profundización de las relaciones con China, Vietnam y Laos, así como las potencialidades para incrementar la relación económico-comercial con la Unión Euroasiática y lograr avances importantes en los vínculos con los países del Consejo de Cooperación del Golfo.
También destacó el rechazo casi unánime de la comunidad internacional al bloqueo de Estados Unidos, ratificado en el más reciente periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas, y el reclamo de numerosos naciones para que Washington excluya a Cuba de la lista de Estados patrocinadores del terrorismo.
En América, Cuba apuesta por la indispensable integración y y el estrechamiento de lazos con la Alianza Bolivariana (ALBA-TCP), fundada por los Comandantes Fidel Castro Y Hugo Chávez, cuyo aniversario 20 fue celebrado hace unos días en la hermana Venezuela, con el fin de fortalecer las históricas relaciones de amistad, solidaridad y cooperación entre amnbos los pueblos.
A su vez, el dirigente reiteró el apoyo a Nicaragua y ratificó la natural pertenencia a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), cuyos miembros suscribieron en La Habana la proclamación de la región como zona de paz.
Recordó la participación de Cuba como invitada a la ceremonia de toma de posesión de la presidenta Claudia Sheinbaum, en México, el compromiso con la paz en Colombia, y la continuación del trabajo con los países hermanos miembros de Caricom, sobre las bases de intereses comunes y la larga relación de amistad, respeto y confianza.
En otro momento de su intervención, recalcó la continuación de la política exterior cubana en la lucha antiimperialista, en la defensa de la paz, en la promoción de la solidaridad y el internacionalismo, y en la búsqueda de relaciones de amistad y cooperación con todos los países en la preservación y promoción del derecho internacional.
Mi mayor sueño es llegar un día a esta Asamblea y anunciar el levantamiento del bloqueo
Díaz-Canel expresó el deseo de llegar un día ante la Asamblea y anunciar el levantamiento del bloqueo y las 243 medidas adicionales, y salida de la espuria lista de países patrocinadores del terrorismo, donde Cuba jamás debió estar.
En su opinión, vencer los obstáculos impuestos a Cuba por la política de Washington depende de la capacidad de los cubanos de hacer e impulsar, con el heroísmo, inteligencia y la creatividad.
Pero la verdad es el reverso de ese sueño. El bloqueo, sus muros, no tienen fecha de caducidad. Es el estilo de los imperios imponer castigos y extenderlos en el tiempo, señaló.
Como respuesta política a los desafíos económicos globales en Cuba, la dirección del país propuso concertar fuerzas y esfuerzos en la defensa del sistema social escogido y garantizar el máximo de justicia posible en las actuales circunstancias.
Al respecto, el mandatario llamó a los cubanos a no cansarse de pelear contra los imperialistas, fascistas, guerreristas, excluyentes, depredadores, quienes amenazan a la especie humana.
Exhortó a insistir en el desarrollo de un modelo humanista, solidario, justo y responsable con el medioambiente, luchar por alcanzar un orden más equitativo y de paz, de respeto a la soberanía de todas las naciones en condiciones de igualdad y apegado al derecho internacional.
Destacó el heroísmo del pueblo cubano, luchador descomunal frente a las más dificiles adversidades.
Sobre su intercambio vivo y directo con el pueblo, confirmó la importancia de argumentar, controlar, estimular, impulsar soluciones, sistematizar y socializar nuevas experiencias de trabajo y resultados, hasta convertirlaas en referentes.
"Esos intercambios, cargados de aprendizaje, no los inventamos nosotros. Son lecciones aprendidas en la escuela política de Fidel, quien siempre encontró en el pueblo la respuesta a los problemas del propio pueblo", dijo.
Como expresó días antes en las sesiones del IX Pleno del Partido Comunista de Cuba, en el terreno pueden hallarse tantos compatriotas y colectivos levantando las más imaginativas soluciones a los problemas cotidianos, combatiendo con las armas del trabajo en las más duras condiciones por falta de recursos, para confirmar que sí hay salidas.
"Eso es lo que llamamos resistencia creativa, un concepto nada abstracto que explica lo inexplicable: el triunfo de un pequeño pueblo y sin recursos sobre su poderoso adversario”.