Diluvio de Al-Aqsa, batalla más exitosa del conflicto árabe-israelí
La guerra del enemigo contra pueblo no fue una reacción a una operación militar, sino reflejó su intención premeditada de guerra y genocidio, señaló el portavoz militar de las Brigadas Al-Quds, ala militar del movimiento Yihad Islámica, Abu Hamza.
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El portavoz militar de las Brigadas Al-Quds, Abu Hamza.
El Diluvio de Al-Aqsa es la operación más grande, exitosa y compleja en la historia del conflicto árabe-israelí, declaró el portavoz militar de las Brigadas Al-Quds, ala militar del movimiento Yihad Islámica, Abu Hamza.
Según el vocero, la batalla comenzó sobre la base de las leyes internacionales y como un paso histórico de la resistencia palestina hacia las tierras ocupadas.
La guerra del enemigo contra pueblo no fue una reacción a una operación militar, sino reflejó su intención premeditada de guerra y genocidio, señaló.
En respuesta, los combatientes dejaron sus casas, sus familias y todas sus posesiones para partir a la lucha conscientes de la dificultad de la tarea asumida junto a su gente.
Los palestinos enfrentaron a la ocupación junto a un grupo de hermanos de causa en Yemen, Líbano, Irak e Irán, representado por mil 500 millones de musulmanes.
El lema desde el comienzo de las hostilidades fue: "No importa cuánto se prolongue la guerra, somos sus dueños, Netanyahu", recordó.
De acuerdo con Abu Hamza, el mundo fue testigo de los enfrentamientos a los tanques enemigos cara a cara, en una escena de reafirmación del derecho legítimo al territorio palestino.
Con la entrada del primer tanque a Gaza, los miembros de la resistencia salieron a combatir desde los túneles y posiciones estratégicas para enfrentar al enemigo con armas y medios bélicos, rememoró.
Las operaciones continuaron hasta las últimas horas antes del alto al fuego, lo cual fue posible gracias a la preparación y equipamiento durante años.
A juicio de Abu Hamza, el enemigo esperó el izamiento de banderas blancas, pero solo encontró insignias negras y muerte en los campos de Gaza.
¿Qué ejército es ese que envía a miles de soldados a una ciudad pequeña y lanza misiles estadounidenses contra casas, mezquitas, iglesias y universidades?, preguntó.
El ejército israelí no logró destruir la resistencia, no recuperó a sus prisioneros ni consiguió ningún logro más allá de la devastación y la ruina.
Para el vocero de las Brigadas Al-Quds, uno de los principales hitos de esta batalla fue la resistencia heroica del pueblo, ejemplo a seguir en lucha y firmeza.
Abu Hamza reconoció en los gazatíes los pilares de la nación palestina y base de toda apuesta, pues gracias a su valor fue alcanzado el gran logro del Diluvio de Al-Aqsa.
En otro momento de su discurso, el portavoz llamó a todas las fuerzas activas del mundo para colocar a Palestina como prioridad absoluta.
También comentó las escenas de alegría en las ciudades palestinas al recibir al primer grupo de exprisioneros, momento calificado de histórico.
La Yihad Islámica reafirmó su compromiso con el acuerdo de alto al fuego y prometió anunciar en los próximos días la liberación de prisioneros enemigos en cumplimiento de las condiciones acordadas.
Asimismo, agradeció a los mediadores de Qatar y Egipto por su papel en el éxito del acuerdo y envió un saludo al pueblo resistente de Líbano y a los combatientes de Hizbullah, quienes mantuvieron su firmeza en el terreno y enfrentaron al enemigo en cada rincón.
Recordó al querido líder de la Resistencia de Líbano, Sayyed Hassan Nasrallah, a sus mártires y dirigentes.
De igual forma elogió al pueblo de Yemen y la valentía de su líder, Sayyed Abdul Malik al-Houthi, quienes movilizaron misiles y drones para golpear el corazón de la entidad sionista.
Por último, agradeció a Irán por humillar al ocupante en las calles de “Tel Aviv” con las operaciones Promesa Veraz 1 y 2, y al pueblo iraquí y su resistencia.
