Argelia responsabiliza a Francia por pruebas nucleares en el desierto
El Consejo de la Nación aprobó una ley sobre la gestión y eliminación de residuos, una normativa que trasciende los desafíos ambientales actuales y envía mensajes contundentes sobre justicia histórica y ambiental.
Argelia exigirá a Francia de manera "clara y explícita" asumir su responsabilidad en la eliminación de los desastrosos residuos de las explosiones nucleares realizadas en el sur del país durante el periodo colonial.
Tras la aprobación por parte del Consejo de la Nación de la Ley sobre Gestión y Eliminación de Residuos Nucleares, la ministra de Medio Ambiente y Calidad de Vida de Argelia, Najiba Jelali, afirmó que incluirán la exigencia dentro de la legislación para proteger los derechos de las generaciones actuales y futuras.
Jelali subrayó los desastrosos efectos de las explosiones nucleares realizadas por el colonizador en el desierto argelino y aseguró que esta normativa envía mensajes contundentes sobre justicia histórica y ambiental.
El responsable de esta catástrofe, que calificó como otra violación contra su país y su pueblo, debe asumir toda la responsabilidad histórica, moral y legal en la eliminación de estos residuos radiactivos y reconocer el grave daño causado al país y a las poblaciones de regiones como Adrar, Reggane e In Eker.
Afirmó que mantendrán los trabajos con todos los medios disponibles para reclamar el derecho de su pueblo y proteger el medio ambiente de estos devastadores efectos.
Por su parte, el presidente del Consejo de la Nación argelino, Salah Goudjil, instó a enfrentar con firmeza la campaña liderada por algunos ministros franceses contra su país.
Goudjil destacó que Argel cuenta con todos los recursos financieros "locales y externos" para afrontar cualquier desafío futuro, gracias a la ausencia de deuda externa, lo cual le otorga independencia en la toma de decisiones.
Tras la aprobación de la ley, Goudjil afirmó que la nación africana recuperó su posición política independiente, avanza hacia su emancipación económica y está preparado para enfrentar cualquier desafío.
Estas leyes, aseguró, son una oportunidad para rememorar la memoria histórica, guiar al país hacia el futuro y enfrentar a sus adversarios.
Las crisis entre Argelia y Francia se intensificó recientemente cuando Argel negó la entrada a uno de sus ciudadanos influyentes, lo que provocó su retorno a París y acusaciones galas a las autoridades argelinas sobre una humillación al país europeo.