Trump congela la ayuda exterior y excluye a Egipto e “Israel”
El gobierno de EE. UU. realiza una revisión completa para determinar su alineación con la política exterior del presidente.
La administración de Estados Unidos congeló las ayudas exteriores, exceptuando las destinadas a Egipto, “Israel” y la asistencia alimentaria de emergencia, mientras realiza una revisión completa para determinar su alineación con la política del presidente Donald Trump.
En un memorando interno dirigido a los empleados, el secretario de Estado, Marco Rubio, indicó que no se permitirá ningún nuevo financiamiento ni la extensión de fondos existentes hasta revisar todos y aprobarlos conforme a la agenda del jefe de la Casa Blanca.
Además, el documento excluyó explícitamente la asistencia alimentaria de emergencia, destinada principalmente a la Franja de Gaza tras el alto el fuego entre Hamas y la ocupación israelí.
Sin embargo, no se mencionó a Ucrania, que bajo la administración de Joe Biden recibió miles de millones en ayuda durante su conflicto con Rusia, lo cual sugiere la cancelación de dichos fondos.
La medida se inscribe en una orden ejecutiva emitida por Trump el lunes, primer día de su mandato, que ordenó la suspensión de la ayuda exterior estadounidense por un período de 90 días.
“Israel” y Egipto permanecen como los principales beneficiarios de la asistencia militar de Washington.
El memorando subrayó que la administración de Trump no puede evaluar si los compromisos actuales en materia de ayuda exterior no son redundantes, efectivos y consistentes con la política exterior del presidente.
Trump declaró en su decreto que el sector de ayuda exterior y la burocracia asociada no se alinean con los intereses estadounidenses y, a menudo, se oponen a los valores nacionales, sin proporcionar detalles específicos sobre estos programas.
Además, Rubio envió otros comunicados internos relacionados, incluido uno que suspendía el ingreso de refugiados a la espera de obtener asilo en ese país.
El nuevo jefe de la diplomacia norteamericana enfatizó que su objetivo era implementar el lema "Estados Unidos Primero", y señaló que cada dólar gastado debía hacer a la nación "más segura, fuerte y próspera".
Preocupación por el impacto humanitario
Según cifras oficiales, Estados Unidos es el principal proveedor de ayuda humanitaria y de desarrollo a nivel mundial.
En su gestión, dedica aproximadamente el uno por ciento de su presupuesto federal a estas iniciativas, algo que el expresidente Joe Biden promovió con orgullo y solicitó cerca de 42 mil 800 millones de dólares en su presupuesto de 2025 para financiar la asistencia exterior gestionada por el Departamento de Estado y la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID).
Diversas organizaciones no gubernamentales manifestaron preocupación por el impacto de este congelamiento, especialmente en los programas humanitarios y de desarrollo.
La presidenta de Oxfam América, Abby Maxman, declaró que suspender la ayuda humanitaria genera incertidumbre en todos los programas estadounidenses de asistencia y dificulta que los especialistas planifiquen o actúen de manera efectiva.
Maxman advirtió que esta decisión tendría "consecuencias devastadoras para innumerables niños y familias en situaciones críticas".