El gobernador del estado de Texas en Estados Unidos, Greg Abbott, autorizó a la Guardia Nacional la realización de arrestos migratorios, último paso del programa del presidente Donald Trump para ayudar a fortalecer la campaña contra los inmigrantes y proteger las fronteras.

Según la agencia estadounidense Bloomberg, Abbott publicó el acuerdo en las redes sociales, y advirtió de su inmediata entrará en vigor para fortalecer la seguridad fronteriza.

Aunque el memorando aún no fue distribuido a todos los sectores de la frontera texana, según el sitio web estadounidense Breitbart, la medida permitirá a los soldados llevar a cabo patrullas generalizadas y seguir de cerca todas las tareas de los agentes de inmigración.

El 23 de enero, el Ministerio de Seguridad Interna permitió a los agentes federales investigar y determinar la ubicación de los inmigrantes ilegales, y arrestarlos.

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Las autoridades estadounidenses suspendieron a 538 inmigrantes irregulares, llegados en una operación grupal, y muchos fueron deportados en aviones militares, según confirmó la portavoz del presidente, Caroline Lift.

De acuerdo con Lift, la mayor deportación de la historia está en marcha, y serán cumplidas las promesas del nuevo presidente durante su campaña electoral, acerca de una estricta campaña de migración irregular.

En ese sentido, Trump firmó decisiones para declarar una emergencia nacional en la frontera sur, y anunció el despliegue de más fuerzas en la región, destinadas a deportar a los "delincuentes extranjeros".

Desde su primer día en el puesto, el republicano firmó una orden ejecutiva para reanudar la construcción del muro en la frontera con México.

También ordenó el despliegue de fuerzas en la frontera sur para mejorar su seguridad, según dijo para proteger a los ciudadanos estadounidenses.

Con anterioridad, firmó una orden ejecutiva para suspender la entrada de inmigrantes ilegales al territorio estadounidense a través de la frontera sur del país, y ordenó la expulsión de los indocumentados.