Irán rechaza la política de presión máxima de Donald Trump
El canciller iraní, Abbas Araghchi, respondió a las declaraciones del presidente de EE. UU. y confirmó que sus políticas sobre la República Islámica fracasaron y su reactivación conducirá a un nuevo fiasco.
El ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, respondió a las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y afirmó que la política de "presión máxima" sobre la República Islámica fracasó y su reactivación conducirá a un nuevo fiasco.
Si la principal preocupación estadounidense es que Irán no busque armas nucleares, esto es un objetivo alcanzable y no representa un problema, aclaró Araghchi.
Asimismo, subrayó que las posiciones de Irán son claras, pues esa nación es miembro del Tratado de No Proliferación Nuclear y cuenta con una fatwa (justificación religiosa) de la máxima autoridad iraní al respecto.
Por su parte, la portavoz del gobierno iraní, Fatimah Mohajerani, también comentó sobre las afirmaciones de Trump y su disposición a dialogar con el presidente iraní.
En ese sentido, reafirmó que la política exterior de Irán se basa en tres principios: dignidad, sabiduría e interés, y todas las cuestiones, especialmente las relaciones con otros países, se manejan de acuerdo con estas normas éticas.
Donald Trump firmó el martes una orden para imponer “máxima presión económica" sobre Irán, mientras su administración renovó esfuerzos para limitar el programa nuclear de Teherán.
Posteriormente, expresó su "esperanza de no tener que recurrir a la presión económica" contra la República Islámica y manifestó algunas "dudas" sobre la firma de la orden, describiendo la situación como "muy difícil".
También mostró disposición para reunirse con su homólogo iraní, Masoud Pezeshkian.
Según el jefe de la Casa Blanca, Teherán está muy cerca de poseer armas nucleares y Estados Unidos tiene el derecho de impedir la venta de petróleo iraní a otros países, deliró.
Con la orden rubricada, el magnate republicano instruyó al Departamento del Tesoro a imponer máxima presión económica sobre Irán mediante sanciones diseñadas para paralizar las exportaciones de petróleo del país.
Este anuncio se produjo poco antes de una reunión entre Trump y el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, en la Casa Blanca.