Las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre el control de la Franja de Gaza sorprendieron a muchos de sus asesores y generaron entusiasmo entre la extrema derecha israelí.

Según el sitio web Axios, también inquietaron a los gobiernos de Arabia Saudita, Egipto, Jordania y otros países de la región.

Muy pocas personas en el equipo de Trump conocían la pretensión de Trump de poseer el territorio devastado por la guerra.

Un alto funcionario en “Tel Aviv” describió la visita de Netanyahu a Trump como histórica al superar sus expectativas y sueños.

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Trump propuso soluciones brillantes a los problemas enfrentados por “Israel” desde su fundación, señaló.

Por su parte, una fuente cercana a Trump llamó a no interpretar de manera literal lo dicho por el gobernante, pues en su opinión solo busca ideas constructivas para Gaza y sus habitantes.

Conforme a Axios, los líderes de Egipto, Jordania y la Autoridad Palestina estaban ya alarmados por los comentarios recurrentes de Trump en las últimas dos semanas sobre el desplazamiento de los palestinos de Gaza, pero ahora quedaron más tensos.

En ese sentido, el príncipe heredero de Arabia Saudita, Mohammad bin Salman, no desea ser visto como parte de la propuesta de Trump.

Otros funcionarios de la administración estadounidense dieron cuenta del “impacto provocado en Trump” la magnitud de la destrucción en Gaza, cuya reconstrucción podría llevar 15 años.

Conforme a la subsecretaria de la Casa Blanca para el Medio Oriente, Morgan Ortagus, un grupo de embajadores árabes le expresaron su oposición al desplazamiento de los palestinos de Gaza.