Tropas del ejército de Rusia lograron controlar la ciudad de Novoliubovka, en la República Popular de Lugansk, y lograron avances tangibles en varios frentes.

Según reportes de este sábado del Ministerio de Defensa, el grupo Oeste continuó su operaciones ofensivas, y además atacaron a las fuerzas ucranianas en varias zonas de las regiones de Járkov y Donetsk.

Los ataques provocaron grandes pérdidas entre las fuerzas ucranianas, con más de 200 soldados muertos y tres vehículos blindados de transporte de personal destruidos, además de un grupo de cañones de campaña, estaciones de guerra electrónica y un depósito de municiones.

Además, las fuerzas del grupo Sur tomaron el control de nuevas posiciones estratégicas en Donetsk, lo cual provocó la muerte de 220 soldados ucranianos y la destrucción de varios vehículos de combate y cañones, además de una estación de guerra electrónica y un depósito de municiones.

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Los efectivos del Centro fortalecieron sus posiciones en las líneas del frente, e infligieron grandes pérdidas a las fuerzas ucranianas, que ascendieron a más de 375 soldados, dos tanques y varios vehículos de combate reforzados.

Por su parte, las unidades del grupo de fuerzas ruso Este continuaron su avance hacia las defensas enemigas, y volvieron a atacar concentraciones de las fuerzas ucranianas en diversas zonas de Donetsk y Zaporizhia.

Las operaciones llevaron a la muerte de más de 160 militares ucranianos y la destrucción de dos tanques y un vehículo de combate blindado.

Asimismo, las defensas aéreas rusas derribaron un MiG-29 ucraniano, dos bombas guiadas Hammer, misiles HIMARS y Neptune y 85 drones ucranianos, según el ministerio.

El Servicio Federal de Seguridad describió en un comunicado este viernes cómo frustraron un complot de ocho ciudadanos rusos cuyo plan era ejecutar acciones terroristas contra lugares de despliegue de tropas rusas "en nombre de la inteligencia ucraniana".