Como parte de su campaña de máxima presión contra Teherán, el gobierno del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, decidió eliminar la exención por la cual permitía a Irak pagar a Irán por la electricidad.

De acuerdo con el portavoz del Departamento de Estado, la disposición no permitirá ningún grado de alivio económico o financiero a Irán.

La estrategia de Trump contra Irán apunta a su programa nuclear y de misiles balísticos, así como a evitar proporcione apoyo externo a los movimientos de resistencia, señaló.

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Por su parte, Bagdad confirmó haber desarrollado varios escenarios para enfrentar cualquier medida relacionada con ese asunto.

Según el vocero del gobierno, Basem Al-Awadi, el país importa 50 millones de pies cúbicos de gas iraní, lo cual representa un tercio de la producción energética del país.

Además, está previsto resolver pronto el problema de la importación de gas turcomano tan pronto lleguen a Irak, en los próximos meses, las plantas de producción de energía procedentes de Irán.

Si la opción falla, Irak acometerá un plan alternativo, incluido el uso de plataformas flotantes de gas conectadas a las plantas eléctricas en Basora.

La exención estadounidense expiró el 7 de marzo y el gobierno de Trump señaló su intención de renovarla.