Libia deportó a 52 mil migrantes irregulares en dos años
De acuerdo con informes, se devolvieron 20 mil personas en 2023 y otras 32 mil desde principios de 2024, como parte de medidas de seguridad intensificadas para controlar las fronteras y enfrentar la migración ilegal que intenta llegar a Europa.
-
Libia es una de las principales rutas de tránsito para los migrantes irregulares que intentan llegar a Europa.
El Ministerio del Interior del Gobierno de Unidad Nacional de Libia confirmó este jueves que deportó a más de 52 mil migrantes irregulares desde 2023 como parte de sus continuos esfuerzos para combatir la migración ilegal y asegurar las fronteras.
La cartera destacó que Trípoli no cederá ante ninguna presión o negociación en este tema.
En un comunicado, el Ministerio informó que devolvieron 20 mil migrantes irregulares en 2023 y otros 32 mil desde principios de 2024, como parte de medidas de seguridad intensificadas para controlar las fronteras y enfrentar el fenómeno de la migración ilegal.
Dbeibah subrayó que el gobierno continuará los trabajos para obligar a la comunidad internacional a asumir sus responsabilidades en este ámbito, pues la nación africana no puede sola con la carga de vigilar las fronteras.
Además, pidió al pueblo libio no dejarse llevar por rumores malintencionados y reafirmó el compromiso del gobierno con proteger la seguridad y estabilidad del país.
El tema de la migración irregular en Libia enfrenta desafíos complejos, especialmente ante la creciente presión internacional para encontrar soluciones permanentes a la crisis de los migrantes varados en el país.
La nación del norte africano es una de las principales rutas de tránsito para los viajantes irregulares que intentan llegar a Europa, lo cual la coloca en el centro de los esfuerzos regionales e internacionales para gestionar y controlar la migración.
Organizaciones internacionales abogan por implementar programas de integración de migrantes, incluyendo la reubicación de miles dentro de Libia, lo cual generó un amplio debate en los círculos políticos nacionales.
El Consejo Superior de Estado rechazó categóricamente estas iniciativas y advirtió sobre sus posibles repercusiones en la composición demográfica y la seguridad local.
Libia enfrenta enormes desafíos económicos y de seguridad, además de los esfuerzos gubernamentales para fortalecer la vigilancia fronteriza y combatir la migración irregular.
Las autoridades nacionales pidieron repetidamente a la comunidad internacional asumir sus responsabilidades frente a esta problemática, en lugar de intentar imponer soluciones que podrían tener consecuencias a largo plazo para la estabilidad del país.