Google pagó 32 mil millones de dólares a principios de esta semana para comprar la empresa israelí de ciberseguridad Wiz, dirigida y integrada por docenas de exmiembros de la Unidad 8200, brazo especializado en ciberespionaje del ejército sionista.

Segun informes, la adquisición marcará la mayor transferencia de ex espías israelíes a una compañía de Estados Unidos.

La Unidad 8200 es un equipo secreto de guerra cibernética encargado de construir los sistemas de inteligencia  con los cuales el régimen de "Tel Aviv" cometió el genocidio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza.

Además, los integrantes de la referida instalación militar escribieron la programación y diseñó los algoritmos para automatizar el genocidio de Gaza yfueron responsables del ataque con buscapersonas en Líbano.

Por tanto, quienes ayudaron a delinear la arquitectura del apartheid están engullidos por el complejo de vigilancia tecnológica estadounidense.

De acuerdo con los grupos de defensa, la inteligencia artificial y el aprendizaje automático son centrales para la arquitectura de la ocupación establecida antes de la campaña armada contra Gaza, desde el uso de tecnología de reconocimiento facial y armas en los puestos de control hasta aplicaciones de espionaje conocidas como Blue Wolf y Red Wolf.

El convenio con Wiz representa un enorme golpe fiscal para el régimen israelí, aporta unos cinco mil millones de dólares en ingresos para la economía de guerra, lo cual equivale a cerca del 0,6 por ciento del producto interno bruto total de Israel.

Los sionistas manifestaron los beneficios en términos de los aviones de guerra y misiles para llevar a cabo los crímenes de guerra.

Google tiene una fuerte inversión en "Israel", abrió oficinas allí hace casi 20 años, adquirió varias empresaqs emergentes tecnológicas israelíes en los últimos años.

Todas las figuras clave de Google y su empresa matriz, Alphabet, son sionistas orgullosos. Desde Schmidt hasta el actual director ejecutivo, Sundar Pichai, pasando por el fundador, Serguei Brin, y Anat Ashkenazi, directora financiera.