Filtran planes de EE. UU. para agredir edificio residencial en Yemen
Mientras aumenta la ira en los círculos políticos de Estados Unidos tras la violación de seguridad y los mensajes filtrados de Signal sobre el ataque a Yemen, los chats revelan la decisión del gobierno de atacar de manera deliberada a civiles en un edificio residencial.
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Yemenitas inspeccionan vivienda atacada por cazas estadounidenses en la localidad de Saada.
El panorama político en Estados Unidos fue sacudido tras la revelación de que el gobierno de Donald Trump discutió planes para bombardear Yemen por medio de un grupo de chat en la aplicación Signal, en el cual participó un periodista de la revista The Atlantic.
Altos funcionarios de la Casa Blanca enfrentaron cuestionamientos sobre su seguridad operativa, el uso de aplicaciones de mensajería convencionales e incluso el empleo de emoticones en sus conversaciones.
Sin embargo, el debate estuvo centrado en la naturaleza del ataque en sí ni en el hecho del objetivo bombardeado el 15 de marzo.
El editor The Atlantic, Jeffrey Goldberg, fue invitado a un grupo de chat en Signal donde altos funcionarios de la administración intercambiaron mensajes con detalles operativos precisos, incluidos los nombres de las armas utilizadas en los ataques en Yemen.
La revista decidió publicar estas conversaciones tras el intento de la Casa Blanca de negar el compartimiento de datos clasificados.
En los chats participaron el secretario de Defensa, Pete Hegseth; el asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz; y el vicepresidente, J.D. Vance.
Antes de filtrar los mensajes del grupo denominado "Canal reducido sobre los hutíes" en Signal, Waltz confirmó la eliminación de altos mandos yemenitas, incluido el principal responsable del lanzamiento de misiles.
Durante la entrevista concedida al programa Face the Nation de CBS, Waltz aseguró la destrucción de un cuartel general, centros de comunicaciones, fábricas de armas e incluso instalaciones de producción de drones marítimos.
No obstante, en el chat privado, Waltz admitió la ruina de una vivienda civil para matar a un funcionario yemenita.
En uno de los mensajes en Signal, escribió: "Objetivo principal: el jefe de misiles. Confirmamos su identidad cuando ingresó al edificio residencial. El edificio colapsó".
A continuación J.D. Vance respondió: "Excelente".
Por su parte, la directora del proyecto Costos de la Guerra en la Universidad de Brown, Stephanie Savell, comentó a The Intercept la omisión del debate sobre la guerra en la cobertura mediática de las filtraciones de Signal.
En la última ola de ataques estadounidenses murieron 53 yemenitas, entre ellas cinco niños.
Los asesinatos forman parte del largo historial de operaciones militares de EE. UU. en Yemen y las investigaciones demuestran las numerosas víctimas civiles provocadas en varios países, apuntó.
Según The Intercept, el ejército estadounidense mostró durante el último siglo un patrón de desprecio por la vida humana.
En repetidas ocasiones clasificó de manera errónea a personas comunes como enemigos, las atacó de forma deliberada, evadió las pesquisas sobre daños a civiles y justificó las víctimas como inevitables, sin adoptar medidas efectivas para evitar la repetición de estos hechos ni responsabilizar a los autores.
Conforme al medio, estas prácticas contrastan con la imagen proyectada por Washington en sus campañas de relaciones públicas, en las cuales presenta sus guerras como humanitarias, sus ataques aéreos como precisos y su preocupación por los civiles como prioritaria.
La revelación de The Atlantic sobre el uso de un grupo de chat en Signal para discutir ataques en Yemen desató una ola de críticas en Estados Unidos, centradas en la falta de precaución al tratar temas sensibles en una plataforma de mensajería y en la ausencia de verificación de los participantes en la conversación.