Marruecos abre acceso al Atlántico a países aislados del Sahel
Rabat propone un corredor estratégico hacia el Atlántico para Burkina Faso, Malí y Níger, en medio de su creciente aislamiento geopolítico y económico.
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El rey Mohammed VI durante su encuentro con los cancilleres de Burkina Faso, Malí y Níger.
Los ministros de Exteriores de Burkina Faso, Malí y Níger, —países que conforman la Confederación de Estados del Sahel— expresaron su compromiso total con la aceleración de la iniciativa de Marruecos destinada a facilitar el acceso de sus países al océano Atlántico.
Esta iniciativa geoestratégica, impulsada por el rey Mohamed VI desde 2023, representa un esfuerzo por conectar a estos países sin litoral con los mercados internacionales a través del territorio marroquí.
El proyecto trasciende los intereses económicos y apunta también a redefinir alianzas regionales tras la ola de golpes de Estado en África occidental y la salida de las fuerzas francesas, lo cual provocó un fuerte aislamiento político y comercial en estos países.
Además, el plan cobra relevancia frente a la retirada de estos gobiernos de la CEDEAO y su acercamiento militar a Rusia.
Propuesta con respaldo regional a países del Sahel
El canciller de Malí, Abdoulaye Diop, afirmó que la propuesta marroquí diversifica las rutas hacia el mar para los países del Sahel.
Mientras, su homólogo nigerino, Bakary Yaou Sangaré, destacó la “oportunidad estratégica” de este corredor para romper el aislamiento.
Desde Burkina Faso, el ministro Karamoko Jean-Marie Traoré consideró que la iniciativa llega en un momento crítico, ante el “cerco político y económico” que afrontan los regímenes militares en la región.
Mohamed VI resaltó los vínculos históricos con estos países, al tiempo que proyectó a Marruecos como socio confiable para integrar sus infraestructuras con las del Sahel, mediante proyectos conjuntos en transporte y energía.
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A pesar del impulso diplomático, el financiamiento y la seguridad de los corredores estratégicos plantean retos inmediatos. Las rutas atravesarían territorios donde persisten conflictos armados y amenazas yihadistas.
El plan responde a la intención de Marruecos de consolidar su influencia en África occidental, reforzar la cooperación Sur-Sur y consolidarse como plataforma de enlace entre los países del interior africano y el Atlántico.
Durante los últimos años Marruecos busca posicionarse como un actor clave en el desarrollo africano, combinando inversiones estratégicas con diplomacia activa.
El aislamiento internacional de Malí, Burkina Faso y Níger, sumado al deterioro de sus relaciones con Occidente, impulsan nuevas alianzas regionales que dan un giro al equilibrio geopolítico del Sahel.