Aumenta tensión entre India y Pakistán tras ataque en Cachemira
La ventaja militar de India sobre Pakistán agudiza las tensiones tras el ataque en Cachemira, generando temores de una escalada entre los dos vecinos con armas nucleares.
-
El arsenal militar de la India frente a la política nuclear de Pakistán de primer uso
El ataque contra turistas ocurrido el 22 de abril en la Cachemira ocupada por India agravó las tensiones entre Nueva Delhi e Islamabad, despertando preocupación internacional ante una posible confrontación militar entre ambas potencias nucleares, según Bloomberg.
Aunque expertos descartan una guerra a gran escala, ambos países aumentaron su preparación militar. El accidentado terreno montañoso de Cachemira representa una barrera natural para operaciones amplias, pero no reduce el riesgo de escaladas puntuales o choques localizados.
El incidente, descrito como el más letal en años, desató presión interna sobre el gobierno indio para dar una respuesta contundente. La administración del primer ministro Narendra Modi enfrenta críticas por la falta de seguridad en una zona disputada desde hace décadas.
Ataque en Cachemira india deja al menos 24 muertos y varios heridos https://t.co/tUfiRm0MC7#Cachemira #India #ataque pic.twitter.com/wZrrQahjwT
— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) April 23, 2025
India vs. Pakistán: Comparación de capacidades militares
India mantiene una ventaja significativa en capacidades militares convencionales. Según el Instituto Internacional de Estudios Estratégicos, el país cuenta con 1 milllón 475 mil efectivos activos, más del doble que el ejército paquistaní.
Además, el presupuesto de defensa indio alcanzó los 86 mil millones de dólares en 2023, superando por ocho veces al de Pakistán y ubicándose entre los cinco más altos del mundo.
No obstante, la condición geográfica de Cachemira, con montañas y valles estrechos, limita la ejecución de ofensivas militares amplias lo que obliga a ambos países a emplear estrategias cautelosas, aunque sin renunciar a sus posturas de fuerza.
Cachemira sigue siendo un foco de tensión histórica desde la partición de 1947. La región, dividida y reclamada por ambos países, ha sido escenario de tres guerras y múltiples escaramuzas, manteniéndose como uno de los puntos más volátiles del sur de Asia.