El Departamento de Estado de Estados Unidos condenó el discurso incitador y los actos de violencia recientes contra miembros de la comunidad drusa en Siria. 

Según un comunicado, la diplomacia estadounidense instó a las autoridades interinas sirias a detener los enfrentamientos, responsabilizar a los autores de los actos violentos contra civiles y garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.

También abogó por un gobierno futuro representativo que proteja e integre a todas las sectas en Siria, incluidas las minorías étnicas y religiosas.

"El sectarismo solo sumirá a Siria y la región en el caos y más violencia", advirtió la declaración que calificó esta situación como inaceptable.

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Destacó que los sirios demostraron en el pasado su capacidad para resolver sus conflictos pacíficamente mediante negociaciones.

Los enfrentamientos sectarios en Siria  causaron la muerte de unas 40 personas solo en la provincia de Sweida, además de desaparecidos, según fuentes locales citadas por Al Mayadeen.

De acuerdo con las mismas fuentes, las localidades capitalinas de Sanayeh y Ashrafiyat Sanayeh reportaron 15 muertos, cinco de ellos ejecutados extrajudicialmente.

Tras varios días de violencia, el jefe de seguridad de la Campiña Damasco, Hossam Al-Tahhan, anunció un acuerdo entre el gobierno sirio y líderes comunitarios de Jaramana.

El acuerdo incluye la entrega inmediata de armas pesadas y la devolución de armas ligeras tras un período determinado, mientras restringe su uso exclusivamente a instituciones oficiales del Estado.

La jefatura espiritual de la comunidad drusa en Sweida enfatizó, en tanto, que son "parte inseparable de Siria unida", rechazando firmemente cualquier forma de partición, secesión o división.