Las autoridades de transición en Siria anunciaron este sábado la creación de la Comisión Nacional de Justicia Transicional, más de cinco meses después de la caída del gobierno de Bashar al-Assad.

Con ello, buscan esclarecer violaciones cometidas en el pasado, promover la rendición de cuentas y avanzar hacia una reconciliación nacional sostenible.

El decreto, firmado por el presidente de transición Ahmed al-Sharaa, establece que la nueva comisión tendrá el mandato de investigar las graves violaciones de derechos humanos, exigir responsabilidades, reparar a las víctimas y garantizar la no repetición.

Asimismo, el jurista Abdul Basit Abdul Latif fue nombrado presidente del organismo y tendrá 30 días para conformar un equipo de trabajo y presentar un reglamento interno, según lo estipulado en el decreto.

 

 

 

 

 

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Ultimátum a grupos armados para integrarse al Ministerio de Defensa

Simultáneamente, las autoridades transitorias ordenaron a los “pequeños grupos militares restantes” integrarse al Ministerio de Defensa en un plazo máximo de 10 días.

“Estamos trabajando para consolidar un mando militar unificado, parte esencial del proceso de institucionalización del nuevo Estado”, declaró el titular de Defensa, Murhaf Abu Qasra.

Aunque no especificó qué facciones no han cumplido la orden, advirtió que aplicarán medidas conforme a la ley contra quienes incumplan el plazo.

La impunidad prolongada en Siria amenaza con repetir graves violaciones de derechos humanos, advirtió Amnistía Internacional.

Según la organización, el nuevo gobierno transitorio liderado por Ahmed Al-Sharaa debe actuar con urgencia para garantizar verdad, justicia y reparación… pic.twitter.com/KsiCSKAXr7

— Al Mayadeen Español (@almayadeen_es) May 17, 2025

Desarme y disolución del aparato del antiguo gobierno

Tras la caída del gobierno de Bashar al-Assad el 8 de diciembre, el nuevo gobierno de al-Sharaa anunció la disolución del antiguo ejército, los servicios de inteligencia y todas las facciones armadas, incluidas organizaciones como Hayat Tahrir al-Sham.

No obstante, grupos con múltiples lealtades y control local siguen representando un desafío para la autoridad de transición, cuya capacidad de control no se extiende aún a todo el territorio sirio, especialmente en zonas donde no cuenta con respaldo popular o enfrenta resistencia armada.